En esta novela (realidad y ficción) vibran las vivencias de los cadetes del Colegio Militar Ramón Castilla, Promoción IX (1972-1974).
En esta novela (realidad y ficción) vibran las vivencias de los cadetes del Colegio Militar Ramón Castilla, Promoción IX (1972-1974).

estudió Sociología Política en la Universidad Católica del Perú y maestría en Política Internacional en la Universidad New School de Estados Unidos. Vive en Nueva York con su esposa, Cristina, y su hija, Isabella. Es el autor de “Alicho, epopeya y heroísmo en la Central del Cañón del Pato”. Su novela “Vacas rebeldes, recuerdos imaginados de un Motín, 1972-1974″, (1ra. Ed. 2012), ya tiene 2da. Ed. con el renovado título “La rebelión de las vacas-50 años más tarde (1974-2024) Santa Tierra ediciones”.

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La Rebelión de las Vacas

En esta novela (realidad y ficción) vibran las vivencias de los cadetes del Colegio Militar Ramón Castilla, Promoción IX (1972-1974). Ellos protagonizaron un motín en el año 1974 (lo cual es frecuente en algunos colegios militares del Perú). Esta promoción cumple 50 años de egresada en este 2024.  

Escenario y personajes

En cuanto al “mundo, escenario y personajes” de la novela, la trama se desarrolla en el contexto y extramuros del colegio militar Ramón Castilla de Trujillo, en donde se quebró la normatividad y, en consecuencia, se originó la rebelión de los cadetes del 5to. año, a quienes se les llamaba “vacas” (“chivos” a los del cuarto año y “perros” a los del tercer año). Los personajes destacados son Arturo, Shanti Flores, Manuel La Rosa López, Sofhocleto (evocan a Chimbote), el Charapa Mori Celis, profesor Carlos Albán, Arturo Rosales, Gustavo Franco, José Moreno, Alberto Quitzgard, entre otros.

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Parte I

En el capítulo “Bajando al pasado” (p. 41) despiertan a Pachín e interviene el Grillo (sobrenombre de Arturo) y se sorprenden ante el río Santa al ver sus aguas turbulentas. En el apartado “Tertulia en la Plaza de Armas” (p. 45), en el escenario primaveral, Shanti Flores interrogó al cadete veterano Chamochumbi. Y da advertencia —Lo sé todo, cadete Rodríguez Esquivel—. Sé quiénes están en su lista, sé cuándo comenzaría a funcionar su famoso plan. ¡Lo sé todo! Posteriormente, en el capítulo “El evangelio según Sophocleto” (p. 69), hay variante temática. La técnica narrativa usada es el “monólogo interior”, por cuanto se presentan los pensamientos y reflexiones íntimas del personaje. Es conveniente “ubicar el contexto social-histórico” en el cual ocurrieron hechos desde la educación que impartió el gobierno militar, que influyó en la formación de cadetes. En los capítulos “La piscina, el Wachake de Chan Chan” (p. 95), “Cruzada tonta” (p. 129), “El repaso” (p. 189), “Laboratorio, museo de historias” (p. 195), “¡Ama Sua, Ama Kella, Ama Llulla!” (p. 229). Como consta la historia, se concatena y la técnica narrativa es el Flashback.

Parte II

En la segunda parte “el protagonismo es más colectivo que individual de los personajes”, más que un “grupo” fue un “equipo” con sus integrantes y líderes. Siempre estuvieron atentos para dar cumplimiento a sus objetivos, más aún al discrepar contra las normas y jerarquías del colegio. En el capítulo “Los generales en su laberinto” (p. 265) ocurrió que Federico, a nombre de sus colegas estudiantes, reclamó al capitán Sandoval: La autoridad entre los cadetes también ha sido de arriba hacia abajo, mi capitán, de las vacas hacia los chivos y los perros. En “La ouija” (p. 273) Ronald y no el de Rosendo como le hubiese gustado llamarse. Junto a ese fastidio del destino, el Cholo sentía mucho orgullo de su raza y abolengo andino. Proclamaba ser descendiente de don Ciro Alegría, cuya madre, María Herminia Bazán, habría estado emparentada con los ancestros de su propia madre. Era por esa razón que siempre llevaba consigo “El mundo es ancho y ajeno” y “La serpiente de oro”; y cuando se refería al primer escritor indigenista, solía llamarle, Ciro Alegría Bazán, poniendo énfasis en ‘Bazán’. Como en la primera parte de la novela, en esta segunda sección el sujeto narrador emplea la técnica de la “perspectiva absoluta”.

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De vacas y perros

Por las similitudes que las emparentan “trazamos un comparativo/crítico” entre “La rebelión de las vacas-50 años más tarde (1974-2024)” y la consagrada novela “La ciudad y los perros” de nuestro Nobel Mario Vargas Llosa. Ambas tienen similitud en cuanto se desarrollan dentro y fuera de los colegios militares, aunque en distinto espacio (Trujillo y Lima, respectivamente). Los protagonistas son los estudiantes. Esta acción es impuesta por el grupo que tiene el control de los estudiantes que impone el desorden entre los internos del Colegio Militar Leoncio Prado. En cambio, la novela “La rebelión de las vacas-50 años más tarde (1974-2024)” se origina con la rebelión juvenil (pero con causa), por cuanto el autor no solo registra el pasado, sino, también, despliega (lenguaje militar) una consecutiva red de opiniones, reflexiones y arengas que corresponden a la conducta humana. Mediante la técnica narrativa de “paralelos”, comparamos secuencias o acciones intercaladas que pueden estar relacionadas entre sí como ocurre en la novela de Loarte Arteaga y más aún en el magistral nobel Vargas Llosa, obviamente respetando las distancia y diferenciando los niveles narrativos. De esta manera, se consigue que el lector cambie de localización, punto de vista e incluso de argumento. Recordemos al pasado para construir el futuro. Vale.

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