El domingo último el programa Panorama ha mostrado a la antes locuaz legisladora de izquierda Isabel Cortez, más conocida como “Chabelita”, aprovechando un viaje de representación de ella y de personal de su despacho, todo pagado con fondos públicos, para apuntalar la formación de su partido político propio, algo que no solo sería una falta que la Comisión de Ética seguro se encargará de pasar por agua tibia, sino también un presunto delito que tendría que ser investigado por el fiscal de la Nación.

Sin embargo, estoy seguro que situaciones lamentables e indignantes como estas van a comenzar a ser muy frecuentes de acá hasta las elecciones del 2026, pues con la aprobación de la creación de la Cámara de Senadores y la posibilidad de que los actuales legisladores postulen a ella, los “otorongos” encontrarán en la semana de representación una forma de hacer campaña sin que les cueste un centavo, pues estos periplos se realizan con pasajes y viáticos pagados por todos los peruanos.

Hoy ha sido “Chabelita”, pero luego vendrán muchos otros si es que desde ahora no se toma la decisión de suspender la semana de representación, que bien podría pasar a llamarse “semana de campaña gratis”. No podría esperarse otra cosa, si días atrás hemos visto al “niño” Darwin Espinoza, de esa ruina llamada Acción Popular, usando hasta el papel bond y la impresora del Congreso para apuntalar la inscripción de un partido político encabezado por su hermano.

Si la creación de la Cámara de Senadores es una decisión cuestionable, lo es más el hecho de que se haya permitido que los actuales legisladores puedan postular, con lo que en la práctica se viola la prohibición de la reelección parlamentaria. Con esto, la campaña ha empezado de parte de los legisladores que ahora estarán tentados no solo al uso indebido de recursos públicos, sino también al populismo barato y demagogo, todo con la intención de ganar los votos que les permitan repetir el plato.

Como señalé al inicio de esta columna, poco o nada hará la Comisión de Ética ante hechos de este tipo. Si las “mochasueldos” han recibido una buena lavada la cara, igual sucederá con situaciones como la protagonizada por la congresista Cortez, célebre por haber equipado su departamento con la plata que recibió por concepto de “instalación”, que dijo que iba a usar para hacer labor social. Queda esperar que actúe el Ministerio Público antes que veamos un escandaloso despilfarro de recursos públicos en campaña electoral.