El Congreso de la República le brindó un grato reconocimiento por su labor artística cultural en beneficio de la sociedad a la precoz artista plástica piurana Q’orianka Jenif Chunga Soles. Ella de apenas 7 años de edad, es una niña con Síndrome de Down que se abre paso en el mundo de las artes, teniendo como su mentor a su padre Claudio Chunga, quien le enseñó los primeros pasos en el arte. Dice el dicho “De tal palo, tal astilla” y se ve reflejado en esta familia, donde lo esencial es ver una niña que con esas cualidades puede superar las dificultades a través del arte. Ella sirve como un ejemplo de superación para las personas que tienen hijos con discapacidad.

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INICIOS

Él recuerda que entraba a su taller y agarraba los pinceles y colores y manchaba sus lienzos. “Mi hija Q’orianka nació con Síndrome de Down hace 7 años, tiene habilidades diferentes y siempre le llamaba la atención los colores, los pinceles y se ponía a garabatear en mis lienzos, era un niña muy intranquila y así le fue naciendo ese gusto por la pintura”, nos dice el artista.

Hoy en día, Claudio Chunga ve con satisfacción el progreso en la pintura de su hija. “Siempre confié en su capacidad artística, le ayude a presentar obras en exposiciones colectivas. Ella hace unas obras especiales, guiándose por la intuición, dibujos y formas que emergen en cada una de ellas”.

La madurez artística de la niña con la paleta de pinturas de colores es admirable, “espero que algún día triunfe como artista, actualmente ya esta destacando y por el ello el Congreso de la República la distinguió por su talento, ya que cualidades le sobran para que tenga a futuro, un lugar en la historia de la pintura”.

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MUESTRA

Q’orianka ha realizado varias exposiciones colectivas, estuvo en la Bienal de Arte Indígena, que se realizó en Lima y ha expuesto en el Congreso de la República. “También estamos trabajando para próximamente presentar juntos una exposición bipersonal en cualquier lugar del país”, sostiene el pintor.

Como dijo Picasso, yo no pinto lo que veo, sino lo que siento” y este es el caso de mi hija quien destaca en la pintura en acrílico, perfeccionando en la pintura al agua, ella lleva el arte en la sangre, en los genes de su padre y a pesar de su discapacidad se proyecta a futuro", expresó.

También indica que, “la discapacidad no es un enfermedad, ni tampoco un pretexto para alcanzar tus metas. Toda persona con habilidades diferentes tiene derecho como todos los seres humanos a las mismas oportunidades”. Finalmente dejó un mensaje, “a todas las personas que tengan hijas o hijos con habilidades especiales, decirles que es una bendición de Dios, que hace de ti un guerrero para luchar, contra la adversidad y con una sociedad donde hace falta mucho amor, valores y principios”.