La historia, antigüedad, filiación e importancia, fue reconocida por los gobiernos locales en los primeros ocho Árboles Patrimoniales de la región que se ubican en las provincias de Arequipa, Castilla, La Unión, Condesuyos y Caravelí.
Para este reconocimiento hace un mes se convocó a un concurso regional donde ciudadanos y organizaciones presentaron más de 50 expedientes de árboles que basados en la Guía de Reconocimiento de Árboles Patrimoniales, aprobada en marzo pasado por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), fueron calificados y distinguidos por los gobiernos locales.
Se trata de árboles de distintas especies como sauce, molle, cedro, huarango, mora, entre otros de hasta 300 años de antigüedad, fieles testigos de diversos hechos históricos o eventos importantes de la región, con gran valor y significado emocional entre los habitantes.
La ceremonia de reconocimiento de los Árboles Monumentales tuvo como escenario el “Molino de Sabandía” de la ciudad de Arequipa, donde se encuentra el árbol denominado “El Abuelo”, un gran sauce de aproximadamente 300 años que el pasado 12 de noviembre se convirtió en el primer Árbol Patrimonial reconocido por Ordenanza Municipal en la región Arequipa. En este lugar se develó una placa.
En la actividad participaron los alcaldes de la Mancomunidad Municipal de la Cuenca Sur Oriental de Arequipa (Sabandia, Mollebaya, Characato, Yarabamba y Quequeña).
En estas jurisdicciones se reconocieron árboles patrimoniales y además árboles emblemáticos como el Molle de Mollebaya, el Yaro de Yarabamba y el Cahuato de Quequeña.
Uno de los árboles que destacan en el concurso es un antiguo molle ubicado dentro de la Hacienda Illomas del distrito de Chuquibamba, provincia de Condesuyos. Este árbol tiene una antigüedad de 300 años y cuenta la historia que, durante la guerra con Chile, (1879) la hacienda era refugio de los Montoneros quienes por las tardes descansaban bajo la sombra del que llamaban “el molle de la casa”.
En el distrito de Huancarquí provincia de Caravelí hay un huarango que supera los treinta metros de altura y tiene un diámetro de ocho metros. Está ubicado dentro de la Hacienda Recodos y tiene también 300 años de antigüedad. La historia cuenta que allí se realizaban las reuniones de rebelión contra el sistema del gobierno de Manuel Pardo en 1872.
Dentro de la Iglesia San Juan Bautista, en la plaza principal del distrito de Characato, hay un árbol de mora tan bien conservado que a pesar de sus 250 años de antigüedad continúa dando frutos. Fue plantado por los primeros sacerdotes mercedarios que llegaron y para la comunidad del lugar, es símbolo de fortaleza y de identidad del pueblo católico.