El distrito de Paucarpata fue el escenario de la multitudinaria representación del Vía Crucis de Jesús a cargo de integrantes del grupo parroquial Jesús Nazareno de la parroquia Santa Ana desde 1980.
Hasta antes de la pandemia, en el distrito se celebraba, año tras año con devoción, la escenificación de la Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo en Viernes Santo, considerada una de las mejores puestas en escena de este tipo en el país. Este 2022, por tercer año consecutivo, no se pudo realizar por la pandemia de la COVID-19, sin embargo, los fieles esperan retomar en 2023, lo que hoy es consideran una tradición.
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Es el caso de Boris Rodríguez Rondón, uno de los tres fundadores del grupo parroquial y pionero en organizar la representación. Rodríguez contó a Correo que fue el primero en realizar los libretos y preparar a los actores. En el acto participan 180 personajes, pero son un total de 250 personas que logran sacar a flote la interpretación.
Durante estos años, 11 representaron a Jesús de Nazaret, siendo el último Michael Pinto, en 2019. Boris contó que la preparación para el acto dura entre 3 a 5 meses. “La práctica nos dio mayor realismo en cada escena y el impacto que creó en el público nos ayudó a que sea una de las representaciones más llamativas de la región”, comentó.
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La escenificación solía comenzar en la mañana y concluir a las 18:00 horas. La crucifixión de Jesús era la escena más esperada por el público, debido al realismo con el que se lleva a cabo, en la cima del cerro San Lucas, donde se desarrolla este pasaje religioso.
Los primeros años no eran más de 200 personas del distrito que acompañaban la interpretación para seguir de cerca las 57 escenas del Vía Crucis, pero el público fue creciendo hasta llegar a bordear 5 mil persona, incluso los extranjeros quedaban asombrados. Por ello, el párroco Alberto Condori Chambilla espera que la tradicional actuación se retome en 2023, para extender la fe en los devotos.