Por un momento, los ciudadanos que se encontraban la mañana de ayer en la Plaza de Armas de Chimbote recordaron las oscuras épocas en que el preso exgobernador regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, evitaba declarar a la prensa mientras era protegido por un séquito de personas que atacaba a los periodistas locales.
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Lo mismo sucedió en la víspera, pero con el gerente del proyecto especial Chinecas, Jeff Cárdenas Concha.
Tras participar en los actos oficiales de homenaje a San Pedrito, los hombres y mujeres de prensa se acercaron al funcionario de confianza para recoger sus declaraciones en torno a los cuestionamientos por los presuntos manejos poco transparentes del proyecto irrigador, pero se encontraron con la actitud hostil de los trabajadores que rodeaban a Cárdenas Concha, quienes agredían con puñetes y patadas a los periodista en su intento por evitar que graben a su jefe.
Las imágenes captadas por la página Noticias en Red Chimbote muestran al supervisor de vigilancia y seguridad Mauro Liñán López empujando a los periodistas al extremo de hacer caer a uno de ellos al pavimento.
Así, demostrando poco profesionalismo y actuando como matones, los asalariados del poryecto ponían obstáculos a los hombres de prensa y hasta empujaron a algunos poniendo también en riesgo los teléfonos celulares que tenían en manos.
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Lo más cuestionable de todo es que el funcionario en ningún momento trató de evitar estos actos y por el contrario su pasividad y silencio alentó a que se continúe agrediendo a los periodistas hasta el momento que se retiró en un automóvil.
El gobernador regional de Áncash, Henry Borja Cruzado, debería observar este escándalo y tomar cartas en el asunto.