Los restos de la promesa del canto “Flow Montana” fueron enterrados ayer en el cementerio de Pichanaqui, en medio de escenas de dolor. Sergio Baltazar Huaranga, de 24 años, murió la noche del último viernes cuando a bordo de su motocicleta se desplazaba con rumbo a Satipo.

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El joven perdió el control de su máquina en la Carretera Marginal, altura del sector La Florida, km 74+800. Su recorrido lo hacía en caravana junto a sus amigos, que también se desplazaban en motocicleta.

Al pasar por una curva, el piloto se accidentó en una cuneta de la vía, saliendo despedido del vehículo. Al verlo inconsciente, sus amigos lo trasladaron al hospital más cercano, pero no resistió.

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Sergio gustaba de la música urbana, y en los últimos meses había grabado cuatro clips conteniendo dicho género musical. Quienes lo conocían señalaron que su sueño era convertirse en una estrella del formato urbano.

A la par de su afición musical, trabajaba al volante de su mototaxi haciendo servicio  urbano y ganarse unos centavos. Una de las más afligidas con la partida de “Montana” es su madre adoptiva, quien luce inconsolable. Fue ella, quien se ocupó de su adopción y crianza desde cuando solo tenía siete años.