Una década más, ese es el plazo que la Sociedad de Beneficencia de Chincha estima en capacidad para las sepulturas que podrían realizarse en el Cementerio Santo Domingo de Guzmán. Ayer, esta institución inició el plan de habilitación para recuperar todos los espacios que existen dentro de este establecimiento y puedan delimitarse en secciones diversas para las inhumaciones futuras.
Proyección de una década
El gerente de la Beneficencia, Ángel Páucar Mendoza, dijo que en el pasado se había fijado que la operatividad del otrora cementerio general no pasaba de los tres años. “Antes nos decían que el cementerio tenía una proyección de 2 a 3 años. Pero, con la habilitación que hemos comenzado tenemos una proyección para no menos de 10 años”, aseguró.
Detalló que, en el espacio recuperado, se construirán nichos, ampliación del área ecológica, mausoleos y demás secciones para las sepulturas de los chinchanos. “Con el presupuesto que tenemos no vamos a poder ejecutar todos estos trabajos, sin embargo, la proyección está y van a quedar demarcadas todas las áreas para una inversión futura”, dijo.
Paucar precisó que la Beneficencia tiene como fuente principal de ingreso el cementerio y que, para los trabajos de pistas, veredas, mejoramiento del lugar y demás se requiere un presupuesto de 2.5 millones de soles. Agregó que el fondo de la institución no cubre para realizar estos gastos y que de momento se está destinando recursos para la construcción de nichos y mausoleos.
De otro lado, señaló que este año se han recuperado tres predios de propiedad de la Beneficencia y que estos están cautelados para ser utilizados por la institución en los fines que acuerde el directorio. Además, Páucar aseveró que para el 2023 están quedando expedientes para la ejecución de otros proyectos que contribuyan con el desarrollo de la institución.