Los integrantes de una banda de roba autos atacaron a un taxista en la tercera etapa de la urbanización Rosedal, en el distrito de Pueblo Nuevo. La víctima fue despojado de su vehículo y al encontrar ayuda en la policía y los serenos de la jurisdicción se puso en ejecución el “Plan Cerco”, siendo recuperado su herramienta de trabajo por inmediaciones de la institución educativa José Carlos Mariátegui.
Delito en la zona
Michael P. A. un joven de 22 años que se dedica a prestar servicio de taxi para una empresa local, había llegado hasta el parque Oliva Razzeto. En el lugar, aguardaban los miembros de una banda delictiva. Eran alrededor de cuatro sujetos que se encargaron de acorralar a la víctima. El taxista no tenía a donde escapar y quedó solo ante los forajidos que tenían como objetivo apoderarse de la unidad.
Tras reducir al agraviado, uno de los facinerosos se encarga de ocupar el asiento del piloto y en compañía de sus compinches emprenden la fuga, al parecer, con dirección al sector de San Isidro. Michael quedó sin su movilidad, y fue en búsqueda de apoyo. Afortunadamente, el personal de patrullaje integrado prestó el auxilio y de inmediato comenzó a realizarse la búsqueda de los delincuentes.
Los individuos que perpetraron este hecho delictivo pretendían llegar a su escondite. No obstante, tuvieron que desistir de sus planes al presumir que el vehículo contaba con sistema de posicionamiento global, además que eran buscados por la policía y los serenos. Los pillos llegaron hasta el colegio José Carlos Mariátegui y aprovecharon que no había transeúntes para dejar abandonado el carro.
En este lugar, aparentemente, abordaron otro vehículo, en el que se movilizaban los demás integrantes de la banda, y escaparon esta vez con dirección desconocida. El personal de patrullaje integrado, al pasar por la zona detectaron que la unidad quedó abandonada, siendo identificada por el agraviado como su herramienta de trabajo. Las investigaciones quedaron a cargo de la comisaría de la jurisdicción.