Al mediodía, un herido llegó al Hospital Ricardo Cruzado Rivarola, pero su ingreso se vio impedido ya que el área de emergencias se encontraba cerrada con llave y sin vigilante.
Ante la queja de los familiares, el personal de salud se dispuso a buscar las llaves del portón, no logrando encontrarla por el lapso de varios minutos, haciendo que el estado de salud del herido empeorara ya que no estaba recibiendo la atención debida.
Según informaron, mientras el joven laboraba en una llantería ubicada en Los Paredones, había sufrido un fuerte impacto de una llanta que le cayó en el rostro, dejándolo malherido. Afortunadamente, el hombre fue auxiliado de inmediato por una persona que lo trasladó en su vehículo particular hasta el área de emergencias del nosocomio de Nasca.
Hasta el cierre de edición, el hospital no ha sacado ningún comunicado informando lo sucedido en el área de emergencias que debe de permanecer funcionando las 24 horas del día.