Desde el 2007, la zona norte del distrito de Pueblo Nuevo, creció con la llegada de ciudadanos que han tomado posesión de los terrenos que estaban deshabitados, dando pase a la creación de asentamientos humanos y al tráfico de terrenos. Esta guerra por poder, ya trajo el derramamiento de sangre, quema de casas, amenazas y atentados contra los otros grupos de posesionarios de estas invasiones.
El último caso, sucedido el sábado por la noche, estuvo cerca de cegar la vida de la señora Norma Romaní Bendezú (dirigente de Satélite Primaveral), quien al estar refugiada en casa de su madre, recibió la malévola visita de dos sujetos que estaban en mototaxi, “estaba parada en la puerta y vi que paso la moto, luego regreso y al ver que seguía en la puerta, uno de estos jóvenes, con un arma en su mano se baja y viene contra mí”, cuenta la dirigente.
Por suerte, ella logra escapar de este ataque, al tras un breve forcejeo con sus atacantes, cierra su puerta y se esconde en la vivienda, mientras se pide ayuda a los vecinos para poder ahuyentar a estos desalmados que pretendieron lastimarla, y como si fuesen inmunes a la ley, estaban con el rostro descubierto, “estoy muy asustada con lo que paso, ya denuncie a la policía pero nunca se encuentra a los que quieren matarme”, agrega Norma Romaní.
La dirigente, señala que los responsables de este atentado tienen nombre propio y que la acción en su contra, no sería otra que sacarla del camino para tomar control de la dirigencia del asentamiento humano Satélite Primaveral, “esta no es la primera vez que quieren hacerme daño, y si bien hasta ahora no lo han conseguido, yo exhortó al Ministerio Público y a la policía que investigue y detenga a los traficantes de terrenos”.
Romaní Bendezú, no es la única en la lista que ha sufrido agresiones en este conflicto de seudos dirigentes que quieren apoderarse de los terrenos de las invasiones de la zona norte de Pueblo Nuevo, también se han registrado quemas de los salones comunales en San Marcos de León, Nuevo Chincha y peleas que terminan con heridos de gravedad, en este mundo en donde se pretende tomar el poder por la fuerza.