A cuatro meses de culminar el año escolar, el retorno a clases presenciales y semipresenciales es una realidad en La Libertad. Ayer, 2,690 alumnos de 87 instituciones educativas ubicadas en zonas rurales de las provincias de Bolívar, Pataz, Santiago de Chuco y Ascope volvieron a la ‘nueva normalidad’ en las aulas.

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Sin embargo, el plan de la Gerencia Regional de Educación de La Libertad (Grell) involucra a otras 2,600 instituciones educativas de otras provincias de La Libertad, según le confirmó a Correo el gerente regional de Educación, Oster Paredes.

El inicio de la tarea

“Seguiremos evaluando como lo dice la norma. A partir de ahora seguiremos abriendo instituciones, estas son las 87 primeras instituciones que inician hoy (ayer), pero seguimos en evaluaciones. Estoy casi seguro que vamos a seguir implementando la cantidad de instituciones que inician la presencialidad cada vez que el riesgo de contagio está bajo y por lo tanto podemos desarrollar nuestras actividades”, indicó.

Según el funcionario del gobierno regional, se han asegurado que alumnos y maestros tengan todos los implementos que recomienda el Ministerio de Salud (Minsa) para evitar que las aulas se conviertan en un foco de contagio del letal coronavirus.

“Estoy en Bolívar, en el distrito de Uchumarca, justamente verificando los protocolos de bioseguridad de tal manera que se cumpla todo. Ahora (ayer en la mañana) acabamos de salir del colegio Túpac Amaru que es de nivel secundario, a los alumnos los hemos encontrado con sus profesores. Por ejemplo en este colegio, para que tengan una idea, ellos han programado dos grupos: uno asiste en la mañana y el otro en la tarde para asegurar el distanciamiento social”, precisó.

Observa

La secretaria regional del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación (Sutep), Lourdes Vásquez, indicó que no respaldan la iniciativa de la Grell.

“Estamos en contra de las medidas que viene tomando, tanto la Gerencia Regional de Educación de La Libertad y el Ministerio de Educación, lamentablemente las dosis no han sido completadas para todos los maestros. Hay más de 10 mil maestros que trabajan en las zonas rurales, y muchos no tienen la segunda dosis. Teniendo en cuenta, además, no solo es la vacuna, también es la implementación de los servicios básicos. Tenemos que tener agua para poder combatir el Covid-19, cómo los niños se van a lavar, por la misma edad de los niños creemos que se sacarán las mascarillas. Acá se debe apuntar a la implementación de las herramientas tecnológicas”, señaló.

Pero, de acuerdo con el gerente Oster Paredes, el retorno a las aulas es voluntario.

“El retorno a clases presenciales o semipresenciales ha sido voluntario y la decisión final ha sido tomada desde las instituciones educativas por los docentes, los directivos y los padres de familia en conjunto”, agregó.

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Evaluarán proceso

El decano del Colegio de Profesores de La Libertad, Luis Ramírez Gálvez, manifestó que lo ideal también sería vacunar a los estudiantes.

“Deben vacunarse a los estudiantes, porque ellos son parte agente, es decir lo que acá se busca es que debe coordinarse también con las autoridades de salud y aquellos que tienen la disponibilidad de las vacunas para que puedan inocularlas a los estudiantes. Hay que tener en cuenta que en los dispositivos que ha emitido el Ministerio de Educación es que la asistencia es de manera voluntaria, dependiendo de los padres de familias”, afirmó.

Lo cierto es que desde el Ministerio de Salud (Minsa) han advertido que la tercera ola del nuevo coronavirus podría golpear al país desde setiembre. Sobre este punto, la gerente regional de Salud, Kerstyn Morote García, indicó que evaluarán epidemiológicamente la situación y sobre ello decidirán si se suspende el reinicio de clases presenciales y semipresenciales iniciadas por el sector Educación.

“De inmediatamente iniciar una tercera ola, nosotros tenemos que evaluar el aspecto epidemiológico y el riesgo de infección en la población adolescente”, refirió.

En La Libertad se han vacunado a 6,800 docentes con las dos dosis de Sinopharm, sin embargo, hay más de 2,000 que están en la lista de espera, aunque el proceso se retrasó por falta de vacunas.

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