Martín Namay Valderrama, gerente general del Gobierno Regional de La Libertad, aseguró que la “actitud confrontacional” que muestra el alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, “cierra las puertas” a posibles inversiones y a la ejecución de obras a favor de la ciudad.
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“El alcalde para mí es como si no tuviéramos alcalde, no se puede conversar, no se puede dialogar, el alcalde es una persona con una actitud que todos son corruptos y él es el único ángel. Él hace todas las cosas bien y nadie puede hacer las cosas como él, y esto es un problema. Una autoridad como esa sí cierra las puertas seguro”, indicó.
No se reúne
Namay Valderrama agregó que el burgomaestre no quiere sentarse a conversar con el gobernador regional, César Acuña Peralta, para coordinar proyectos a favor de Trujillo.
“Todos los alcaldes (distritales y provinciales) han venido a verlo al gobernador para solicitarle sus proyectos; pero mientras tengamos un alcalde como el que tenemos (en Trujillo), que no quiere conversar y que solo insulta al gobernador, entonces, en qué momento se va a sentar a conversar sobre algunos proyectos o propuestas que tenga como alcalde. Veo muy complicado, sobre todo por el comportamiento, actitud y forma de ser del alcalde que tenemos. Lamentablemente, los que sufren las consecuencias son Trujillo y los ciudadanos”, afirmó.
El gerente recordó que los únicos dos proyectos que hasta ahora el Gobierno Regional de La Libertad podrá ejecutar en Trujillo son dos obras viales, cuyos convenios se firmaron en febrero, cuando el primer regidor Mario Reyna reemplazó en el cargo a Arturo Fernández, que por ese entonces tenía licencia por salud.
Se estima que estas obras, que se realizarán en los ingresos de Huanchaco y El Milagro, puedan ejecutarse a fines de este año, con un presupuesto de más de S/ 130 millones.
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