Entre enero y mayo de este año, se reportaron 35 casos de violencia entre estudiantes, según datos de la Gerencia Regional de Educación. Sin embargo, la entidad reconoció que esta cifra se ha incrementado en las últimas semanas, generando preocupación sobre las garantías que deben recibir los escolares que son víctimas de agresión, en la región Lambayeque.
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Detales
Por disposición del Ministerio de Educación (Minedu), todas las instituciones educativas deben contar con un comité de gestión del bienestar. Este equipo debe estar integrado por el director, el coordinador de tutoría, el responsable de convivencia y el responsable de inclusión del colegio, un padre de familia, un representante de los estudiantes y un psicólogo (si es que el plantel cuenta con este último profesional).
Pero de acuerdo al último operativo que hizo la Contraloría en 263 colegios de la región, antes del inicio del año escolar, el 92% de ellos carece de profesionales de psicología y un 37% no cuenta con el libro de registro de incidencias sobre violencia y acoso entre estudiantes.
En su momento, el gerente regional de Control, Tomás Tello Benzaquén, alertó que la presencia de los psicólogos era un aspecto urgente para atender a los menores a su retorno a la presencialidad.
Corina Barrantes Carrasco, especialista en convivencia escolar de la Gerencia Regional de Educación, reconoce que este aspecto sigue siendo una debilidad en las instituciones educativas.
“Tenemos pocos psicólogos y sobre todo en instituciones focalizadas. Lo ideal sería que cada institución tenga un psicólogo por cada nivel (educativo), con la finalidad de evitar que los hechos de violencia se incrementen”, remarcó.
Minedu ofrece un sistema web (denominado “Sí Se Ve”) para el reporte de casos de violencia, pero el decano regional del Colegio de Profesores, Percy Morante Gamarra considera que este portal -por ser de alcance nacional- impide ofrecer una respuesta inmediata a los escolares agredidos.
“Aquí se requiere que a nivel de la región, exista un mecanismo para atender de manera rápida. Porque mientras se reporta un caso, eso queda en una simple estadística. Hay niños que sufren bullying y a veces, no tienen a nadie que los atienda”, cuestionó.
Barrantes explicó que cada semana reciben reportes de violencia, pero se siguen protocolos para determinar la intervención que corresponde en cada caso.
“Hay casos que ameritan ser denunciados a la Fiscalía pero eso lo determina el director de la institución educativa. Lo que nos corresponde desde la gerencia es brindar la atención para salvaguardar la integridad del estudiante”, agregó.
En los casos de violencia escolar, es muy frecuente que los padres de familia se preocupen por qué el menor vuelva a ser hostigado si regresa a clases.
La especialista señaló que el responsable de convivencia así como el director del colegio deben garantizar la protección del menor agredido.
Para mejorar la convivencia escolar y evitar nuevas situaciones de violencia, remarca Barrantes, los tutores de cada colegio deben estar capacitados y cumplir con un perfil específico.
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Factores
Para el decano, los casos de violencia escolar se desencadenan porque este tipo de conductas son aprendidas, ya sea a través de peleas entre alumnos de niveles superiores o también porque los agresores son víctimas de violencia en su hogar.
“La violencia que ven en casa la trasladan a otro escenario como las aulas, los recreos o en el horario de salida”.
Morante recomendó que los colegios capaciten al personal de tutoría, ya que algunos planteles no están cumpliendo con brindar este servicio.
En cuanto a los docentes, señaló que ellos deben reportar de forma inmediata los casos de violencia, en lugar de ocultar estos hechos o evitar confrontarlos.