A través de una supervisión, la Defensoría del Pueblo detectó que las salas quirúrgicas de tres hospitales de la región sobreviven con equipos inoperativos.
El personal médico trabaja pese a la falta de implementos, con otros tanto deteriorados y en condiciones que no garantizan la salud de los pacientes.
RIESGOS Entre septiembre y octubre de este año, representantes de la Defensoría verificaron la infraestructura del Hospital Las Mercedes, el Hospital Regional de Lambayeque y el Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo.
En los dos primeros establecimientos, que pertenecen al Ministerio de Salud, se detectó condiciones deficientes para la realización de procedimientos quirúrgicos y un elevado número de cirugías no atendidas.
A pesar de ser un establecimiento que atiende casos de alta complejidad, el Hospital Regional solo dispone con cuatro salas de operaciones.
Una quinta sala se encuentra inoperativa porque no tiene el equipamiento necesario para su funcionamiento.
Entre todas las salas de operaciones, se encontró 3 monitores multiparámetro sin funcionar y otro con un ciclo de vida útil (5 años) por terminar.
Además, una mesa quirúrgica y dos torres de laparoscopia que no puede ser usados, tres lámparas cialíticas de quirófano inoperativas y camillas de operaciones en mal estado.
En la sala de operaciones N° 03, el conector del pulsiómetro -empleado para medir la frecuencia cardíaca de un paciente- tampoco funciona.
El personal médico también es deficiente si se considera que desde enero a septiembre de este año se atendieron 3472 cirugías (un promedio de 385 operaciones mensuales) y solo se cuenta con nueve anestesiólogos.
En la sala de recuperación post anestésica (URPA), 8 camillas presentan fallas en las barandas y cabeceras, tres portasueros no funcionan porque están oxidados y desnivelados, 1 coche de transporte no puede ser usado por fallas en sus ruedas y 1 ventilados mecánico tampoco funciona.
El panorama se complica en el Hospital Las Mercedes donde es inadecuado el estado de sus cuatro salas de operaciones y una sala post anestésica para pacientes vulnerables (por ejemplo, personas con TBC).
Además, no existe un porta lavatorio y un carro de material estéril y una lámpara ciálitica portátil no tiene baterías para funcionar.
Las condiciones de bioseguridad tampoco están garantizadas. En la zona semi-rígida, el área de recuperación post anestésica no tiene cuarto séptico, lava chatas, depósito de ropa sucia y desechos sólidos además de un área de vestuario y aseo.
El equipo de rayos X está ubicado en el pasadizo y no en la zona restringida. El director de este hospital, Víctor Echeandía Arellano, reconocía que existen limitaciones pero sostuvo que ya han iniciado un plan de mejora para adquirir nuevos equipos.
Solo en la sala de operaciones, según indicó, se ha programado la reparación de un ventilador mecánico.