Luego de confirmar que recibió presiones desde el Gobierno para favorecer a dos coroneles en el proceso de ascenso a general, sin cumplir con los requisitos, el excomandante general del Ejército, José Vizcarra Álvarez, informó este lunes que ha solicitado al comando de su institución que “extienda la seguridad” a su familia, por ser lo que más le preocupa en este momento.
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Vizcarra justificó su pedido en el hecho de que una de sus hijas sufrió un asalto en la puerta de su casa el pasado miércoles 13 de octubre, fecha que, según dijo, coincide con la culminación del proceso de ascensos de generales en el EP.
“He solicitado al comando que extienda la seguridad a mi familia. El miércoles 13 de octubre, justo el día que culminaron los ascensos de generales, hubo un asalto en la puerta de mi casa, a consecuencia del tiroteo salió herido el chofer de la seguridad de una de mis hijas. Jamás se aclaró si realmente fue un asalto de delincuentes comunes u otra cosa y eso es lo que más me preocupa”, afirmó Vizcarra en RPP.
El militar que fue relevado del alto cargo sorpresivamente agregó que informó de este hecho al presidente de la República, Pedro Castillo, el día 15 de octubre cuando conversaron sobre el proceso de ascensos.
“Le dije al presidente que cualquier esfuerzo que hagamos no sea en vano por respeto a la institucionalidad. Salió en todos los medios esa noticia (del asalto)”, comentó Vizcarra.
El excomandante general del Ejército confirmó este lunes que existieron presiones desde el Gobierno para que se realicen ascensos en su institución, a los cuales se rehusó, pues no correspondía según la meritocracia. Detalló que esto ocurrió en los días previos a que se publicara su pase al retiro, luego de solo tres meses en el puesto.
Vizcarra Álvarez aseveró que nunca se le explicaron los motivos por los que se le separó del cargo: “Solo por no haber complacido los pedidos de ascenso”, dijo.
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“En primer lugar no es de mi agrado mencionar esto, pero luego de oír al ministro de Defensa, tengo la obligación de informar con la verdad. El principal problema es que ni el presidente de la República, ni el ministro de Defensa, ni el comandante general del Ejército actual, me avisaron sobre la decisión de mi pase a retiro. Si bien es cierto que el señor presidente de la República puede elegir al comandante general, eso ya lo hizo hace tres meses y me escogió a mi, entonces si ahora desea relevarme debería haber algún motivo que lo justifique o alguna falta grave”, aseveró.