A pesar de los desafíos climáticos, sociales y la recesión que marcaron el panorama peruano el año pasado, el sector agrario logró cerrar con cifras notables en exportaciones, alcanzando un valor cercano a los 9900 millones de dólares. Para el 2024, se espera que la producción de arándano, uva, palta y mango alcance niveles óptimos como productos bandera en las exportaciones, indica Manuel López Ortiz, director de la Maestría en Agronegocios del PAD de la Universidad de Piura.
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¿Cuáles son las tendencias de crecimiento del sector?
En términos de crecimiento, a pesar de las condiciones climáticas adversas, los conflictos sociales y la recesión económica, se ha llegado a un nivel de exportaciones récord, principalmente porque el centro y sur de la costa han tenido un gran desempeño y porque se siguen mejorando las condiciones de productividad en muchos valles.
¿Qué nuevas tendencias se están aplicando al sector agrario?
Se viene observando una tendencia cada vez mayor hacia la digitalización y automatización de los procesos, lo que, definitivamente, ayudará a mantener un buen nivel de competitividad. También existen algunos otros aspectos en los que es necesario seguir mejorando, especialmente en la productividad en el campo y en los aspectos sociales.
¿Cómo ha evolucionado el uso de las nuevas tecnologías en el sector agrario?
Las principales tecnologías que siguen desarrollándose son las del riego, la poscosecha y el empaque. En los últimos años, con el desarrollo de las tecnologías digitales y la automatización, el riego de cultivos es mucho más eficiente. Además, se han dado avances para el control de plagas, que ahora es más focalizada. La cadena de frío para los productos frescos está mucho más controlada y se tienen plantas de empaque con sistemas de control cada vez más automatizados.
¿Qué tipo de tecnología se ha implementado y cuáles han sido sus beneficios?
En la actualidad, la tecnología se ha integrado a través de la colocación de sensores de campo que están conectados con estaciones meteorológicas y sistemas automáticos de fertirriego. Los cultivos se abastecen de agua rica en nutrientes con la medida justa para obtener mucha información de las necesidades nutricionales de las plantas, casi a nivel de individuo. Lo que se viene es ingresar en el campo de la robótica, especialmente en procesos de cosecha y de procesamiento.
Y, en cuanto al control de plagas y cadenas de frío…
El control de plagas también se hace de manera más focalizada. La cadena de frío para los productos frescos está mucho más controlada y se tienen plantas de empaque con sistemas de control cada vez más automatizados. Esto permite de manera importante que nuestros productos sean competitivos tanto en calidad como en precio, a pesar de la distancia que tenemos a los mercados. Por esa razón, el mercado internacional valora cada vez más el producto peruano y las empresas globales se interesan en generar alianzas o inversiones en el Perú.
¿Cómo se aborda el desafío del cambio climático?
Es importante que las empresas identifiquen y adapten variedades de productos cada vez más resistentes a la sequía o al exceso de humedad o al ataque de determinadas plagas. Un ejemplo interesante ha sido la identificación de variedades de arándano que han mantenido buenos niveles de producción a pesar de las altas temperaturas durante el invierno como la Sekoya (Pop, Beauty). Por otro lado, toda la innovación que trae la agricultura de precisión permitirá tener respuestas más rápidas y efectivas ante sucesos climáticos frecuentes.
¿Cómo afectan los eventos climáticos adversos como El Niño Costero?
Las empresas que buscan ser líderes han interiorizado estos fenómenos climáticos dentro de sus estrategias de inversión, financieras y comerciales. Lo que viene en adelante es contagiar esas buenas prácticas estratégicas a las medianas y pequeña agricultura, con una participación cada vez más activa de los gobiernos regionales y locales, que tienen un rol más importante a este nivel, especialmente con la pequeña agricultura.
¿Cuáles serían los cultivos más afectados por las condiciones climáticas adversas?
El 2024 inicia con una sensación más positiva que con la que terminamos el 2023. Finalmente, la sombra de un Fenómeno El Niño fuerte se ha disipado y los últimos reportes indican que hacia finales de enero las condiciones se habrán normalizado. Si bien se redujeron los volúmenes de producción de la uva, el arándano y el mango, los precios permitieron de alguna manera disminuir el impacto negativo.