Creció bajo los reflectores gracias al talento de su padre Carlos Oneto “Pantuflas”, y hoy sigue vigente pero en las tablas, lejos de las pantallas. Bettina Oneto ha decidido despedirse poco a poco de ese personaje atrevido y enérgico que la ha encasillado por 43 años. Las razones de este distanciamiento las revela en esta entrevista para Correo.
Tu padre “Pantuflas” y tú compartieron la misma pasión por la comedia...
Sí, yo lo ayudaba a escribir sus libretos. Me gustaba su olor a café, cigarro y madera. Ese mismo aroma solo lo encontré en Ricky Tosso.
¿Por eso le guardabas tanto cariño a Ricky?
Sí, además hemos crecido juntos. Lo extraño mucho. Ha sido una persona muy importante en mi vida y me hace tanta falta.
¿Cuándo fue tu primer contacto con el teatro?
A los 12 o 13 años. Recuerdo que iba todos los días para ver a Roberto Moll. Me gustaba mucho.
Te casaste y fuiste madre muy joven, ¿verdad?
Así es, terminé mi secundaria y me casé con el padre de Shantall (Young). Nos fuimos a Toronto y ahí quedé embarazada. No pensé que al dejarlos ellos sufrirían.
Estabas viviendo en el extranjero, sin embargo a mediados de los años 80 regresaste al Perú. ¿Cuál fue el motivo?
Yo creo en Dios y sé que por algo pasan las cosas. A los cinco años de estar en Perú, a mi mamá le diagnosticaron Alzheimer y yo pude cuidarla.
¿Cómo encontraste la televisión a tu regreso?
Al llegar no sabía quiénes estaban en el medio y los jóvenes tampoco sabían quién era yo. No había respeto por la trayectoria y eso pasa hasta ahora.
¿Por qué actualmente no te vemos en pantalla?
Porque no me toman en cuenta, a pesar de que grandes amigos de mi juventud son los productores de los proyectos. A veces pienso que algunos le temen al brillo de otra persona.
Si los programas de comedia vigentes en la televisión te ofrecen formar parte de su elenco. ¿Aceptarías?
No. Ahora solo veo la televisión como una herramienta para promocionar mis presentaciones.
Actualmente, ¿qué impresión tienes de la comedia en el Perú?
No pasa nada. Ahora lo que hacen ya no es comedia, lo manejan de forma distinta. Algunos ni siquiera son chistosos. Definitivamente es otra promoción.
¿De dónde saca Bettina Oneto esa personalidad tan extravagante?
Me enseñaron a entrar al escenario así. En realidad, la Bettina que ustedes ven no es mi forma de ser, es un personaje. Soy un personaje todo el tiempo y no es porque quiera, sino porque he crecido en este mundo. Cuando yo subo a un escenario o veo la cámara, asumo una posición. A veces por inercia.
¿Has recibido muchas críticas por tu personalidad?
Sí y ya no quiero que la gente diga: “La tía está loca”, esos comentarios son tan horribles. No quiero que me vean como alguien vulgar, que no respeta a su familia. Sin embargo, reconozco que también tengo seguidores de calidad que son como mi familia.
Se habló mucho sobre una supuesta cirugía…
Muchos pensaron eso, pero nunca me hice nada. Hace 7 años en una presentación, una persona ebria me golpeó en la nariz sin razón y esa sangre que nunca salió se empezó a secar dentro de mi rostro. Después de tres años del accidente, me realicé una limpieza para retirar la sangre muerta y me dañé.
¿Eso trajo consecuencias en tu autoestima?
Nunca me he preocupado por mi físico, por eso nunca me realicé ninguna cirugía. Aunque sí estoy pensando, después de la última limpieza, ir al cirujano, pero todavía tengo ese temor al bisturí. Es una decisión muy difícil.
¿Cómo manejaste las críticas luego de esta intervención?
La gente en las redes sociales comentaba: “La tía se ha malogrado la cara” sin saber la verdadera razón, pero no voy a explicarle a cada uno.
¿En qué etapa se encuentra Bettina?
Estoy en la etapa en la cual lo primordial es la familia, mis hijos y mis cuatro nietos. Ya he explotado mi talento y ahora prefiero estar en casa.
- En 1997, trabajó en el programa cómico Risas y Salsa.
- En 2011, participó como juez invitada en el reality de baile El Gran Show.
Actriz y comediante. Debutó como vedette en la revista musical Paro General (1981). Formó parte del elenco del programa Teatro desde el teatro (2002), a cargo del fallecido Ricky Tosso.