Panamericana lo vio nacer artísticamente hace cuatro décadas, en el set de “Trampolín a la fama”, y hoy lo ve reaparecer con “Así estamos”, que recibe a un Carlos Álvarez crítico con nuestro entorno político, pero siempre con el humor a flor de piel. “Son solo dos programas oficiales, hoy y el 14 de diciembre a las 7:30 de la noche. Primero, quiero agradecer a Panamericana por la invitación, y segundo por la garantía de hacer el programa con total libertad”.
Eso es lo importante, que no te digan lo que debes hablar.
No, y bueno, esa ha sido la razón y motivo de haber sido despedido y expectorado de cuatro canales, y que esté fuera de la televisión casi año y medio.
¿Y ese humor político, toda esa crítica que estás haciendo en las redes es lo que vamos a ver en televisión?
Así es, obviamente con otra presentación, y te digo como una curiosidad: me ha costado adaptarme otra vez a la televisión. Hace un año y medio, quizás un poco más, estoy en las plataformas y me encuentro muy contento allí, estoy como pez en el agua porque el humor es inmediato, y eso es importante.
En redes, además de mostrar tu caracterizaciones, eres un ciudadano que manifiesta su indignación por lo que pasa en el país.
Lo curioso de todo esto es que la gente me respalda, se identifica con lo que digo. Los políticos de siempre, los que están en esto como caimanes del mismo pozo, viven de eso, aunque pasan tantas cosas horribles ninguno se pronuncia, todos mudos, callados, calculando. Nosotros como ciudadanos damos nuestras opiniones, nuestras propuestas y los demás callados, pero ahora que empieza la campaña todos hablan, todos están preocupados de la seguridad, antes poco les importaba, eso me parece hipócrita.
¿No hay cálculo político en tus comentarios para un futuro lanzamiento?
Lo que pasa es que gracias a las redes la gente ha podido darse cuenta de la posición crítica que siempre he tenido, la gente se ha pasado la voz, y lo hacemos con todo cariño y honestidad. El político va a los sitios cuando hay campaña, va a buscar votos, pero los artistas, y hablo por mí, y por todos, estamos más cerca a la gente, siempre los visitamos, siempre hablamos con ellos, y los escuchamos. No soy el artista que se pasa en el hotel, yo salgo, me paseo, converso con la gente, me entero de su problemática y en lo que puedo tomo cartas en el asunto.
Tus colegas están en todo su derecho de no pronunciarse de la coyuntura política, en tu caso es todo lo contrario.
Primero, es su elección que yo respeto, segundo, es un tema de estilos, yo desde que tuve 19 años comencé en esto y yo dije, quiero el humor político, quiero imitarlos, criticarlos, enfrentarme a ellos. He tenido mil problemas, pero por qué decidí esto, por qué lo hago, porque yo siento, que antes que ser artista, soy ciudadano de este país y es un sentimiento genuino, auténtico. Quiero a mi país, sin embargo, tenemos una clase política que es un lastre, que es una lacra, gente lumpen que ven al Perú como un botín y eso me duele.