Apasionada por la actuación, pero, sobre todo, por su familia. Así se describe Érika Villalobos. Empezó desde muy joven en la actuación y, sin pensarlo, se convirtió en una estrella juvenil al ser parte del grupo de pop rock Torbellino. Hoy es protagonista de exitosas producciones televisivas. En entrevista para Diario Correo, la reconocida artista nos cuenta lo complicado de su labor de madre y lo mucho que disfruta de su trabajo en la televisión y el teatro.
Tu profesión te da la posibilidad de ponerte en el papel de variados personajes. ¿Qué es lo más gratificante de la actuación?
Es una de las carreras más bonitas porque nunca vas a hacer lo mismo; siempre estás interpretando a diferentes personas a pesar de que sigues siendo tú. Tienes la posibilidad de vivir cosas que, probablemente, no vivas jamás.
Tú, como mamá de dos niños, ¿puedes resaltar qué es lo más difícil de ese rol?
Lo difícil del trabajo de la mamá sería todas las cosas que tiene que hacer. Aparte de tu trabajo, tienes que pasar tiempo con tus hijos, revisar sus tareas, ir a las reuniones de padres de familia, echarles bloqueador cuando van a la playa, comprarles ropa, etc. Una como mujer y madre es, de alguna manera, empujada por la sociedad a ser una súper mamá, perfecta; pero ahora ya sabemos que nos podemos equivocar.
¿Cuál es la diferencia entre la mamá de “En la piel de Alicia” y la de “Madres, el musical”?
La madre de “En la piel de Alicia” es como muchas hay en este país: sacrificada, que está pasando por momentos complicados, tiene muchos problemas. La mamá de “Madres, el musical”, que es Pau, tiene cinco hijos, es ácida, bromista, irónica, desaliñada y chabacana. Me gustan las madres así, más chabacanas, porque se divierten un poco más, sueltan con desparpajo todo lo que sienten.
El musical te da la oportunidad de volver a cantar frente a un público. ¿Extrañas los escenarios, la euforia de la gente, la época de los conciertos de Torbellino?
Más allá de Torbellino, me gusta el contacto directo con el público. Lo que más me gusta hacer es teatro, por la reacción inmediata del público. Las personas están contigo y están experimentando en ese momento lo que tú estás sintiendo. Eso es valiosísimo.
¿Cómo se hace para sostener un matrimonio de 14 años, con Aldo Miyashiro, con todos los problemas que pueden haber?
Son varias cosas. Primero, que los dos pongan de su parte para que esto funcione; dos, ponerse un poco en el lugar del otro, ser tolerante, comprender que el otro nunca va a ser como tú quieres porque es otra persona; por último, aceptar que también hay que ceder ante ciertas cosas.
Actualmente vemos en pantalla a muchos jóvenes actores que desean forjarse un futuro. ¿Qué les aconsejarías?
Uno puede llegar de cualquier forma a la televisión, no hay reglas; pero si tienes la oportunidad de estudiar actuación, ¡hazlo! Se nota cuando un actor ha estudiado: tiene muchas más herramientas, logra construir un personaje más rico. Yo les recomendaría que siempre traten de ser mejores en lo que deseen, no solo en la actuación, sino en el trabajo que quieran.
¿Te animarías a escribir un libro?
Hace unos años lo estuve pensando; lo sigo pensando, pero se ha quedado a un lado. Sería un libro sobre la muerte, una especie de guía para que la gente que ha vivido experiencias cercanas no se sienta tan triste. La muerte es parte de la vida y no debería hacernos sentir tan infelices. Este libro es un proyecto a mediano plazo.