Julia Roberts se mostró hoy tan sonriente como poco habladora en el Festival de Cannes, pero no dudó en rechazar la posibilidad de pasarse a la dirección del cine: “Conozco mis limitaciones intelectuales y los límites de mi paciencia”.
“Lo he considerado, me lo preguntan a menudo, pero no, porque conozco mis limitaciones intelectuales y los límites de mi paciencia, no puedo tener a más de cuatro personas durante una hora planteándome dudas”, afirmó la actriz.
Y eso que Jodie Foster la animaba con ganas a que, como ella, se pase a la dirección.
Pero Roberts aseguró que hay muchas cosas que envidia no poder hacer, como dirigir, tocar el chelo o pintar. “Pero en esta vida solo puedo admirarlos desde una pequeña distancia y dirigir se lo dejo a otros”.
Roberts presentó hoy, fuera de competición, el filme “Money Monster”, dirigido por Foster, y que protagoniza junto a George Clooney, y se convirtieron en la pareja más perseguida por los fotógrafos.
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“¡Una sonrisa, Julia!” era el grito más escuchado hoy en el Palacio de Festivales de Cannes, al que la actriz llegó con pantalones y chaleco grises con raya diplomática y camisa blanca.
Y, para no decepcionar a nadie, con una sonrisa que no desapareció un instante de su rostro.
Pero al mismo tiempo, cedió gustosa el protagonismo a su compañero de reparto y amigo George Clooney, que acaparó la rueda de prensa de presentación del filme. EFE
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