El estreno de “Islandia”, película de Ina Mayushin que desde hoy se exhibe en las salas locales, reafirma que el cine peruano goza de buena salud y sobre todo que sigue creciendo apelando a su diversidad de temas y propuestas. En la cinta, filmada en escenarios de nuestra selva, a través de la historia de Emilia, su directora rinde homenaje a la labor de las maestras y maestros del Perú que deben trabajar en lugares inhóspitos.
Islandia es un homenaje a tu madre, una maestra que no puso límite a su profesión. Sí, es un homenaje a mi madre, pero a la vez, en forma más amplia es un homenaje a todos los maestros y maestras, sobre todo de la zona rural, de la zona fronteriza que es la más olvidada. Cuando mi mamá murió hace 20 años, yo recuerdo una frase que ella decía, que los mejores años de su vida los había vivido en Samito, que es un pueblo que queda a 6 horas sobre el río Nanay en ‘peque peque’ desde Iquitos. Tuve la oportunidad de ir a visitar ese pueblo, y terminé muy conmovida, porque 50 años después de que ella estuvo allí, vivían alumnos y alumnas de ella que la tenían tan presente, con un recuerdo vivo.
Cómo nace el proyecto que dio a luz la película, porque hacer cine en el Perú es una epopeya.
Completamente, me tomó 12 años hacer realidad la película, y fue un largo camino de búsqueda y financiamiento, creo que eso es una de las etapas más largas, porque encontrar, conseguir el financiamiento, fue lo más duro. Hay la idea de que hacer cine en las regiones es mucho más barato, cuando es todo lo contrario.
¿Pueden duplicarse los costos? Se incrementa más bien el presupuesto, y por otro lado los equipos técnicos tenemos que llevarlos en camiones, alquilar, pagar seguros, en fin, una serie de cosas que hace que el presupuesto aumente. Ganar el estímulo económico de la DAFO fue el primer espaldarazo, el gran apoyo, para poder, a partir de allí conseguir otros fondos de financiamiento de la empresa privada, de algunas instituciones que nos apoyaron.
Hay quienes no imaginan lo que hay detrás de una película.
Yo soy docente universitaria en dos universidades en Lima, y para terminar la película mis sueldos salían mochados ampliamente y ya en la última etapa incluso ya no me alcanzaba, y tuve que sacar un préstamo, que terminé de pagar en el 2023.
La idea es no darse por vencido.
Como le digo a mis alumnos y alumnas en la universidad, que cuando verdaderamente tenemos una historia que nos importa, que merece la pena que exista, eso va a hacer que continuemos. Muchas veces tenemos una historia así que más o menos nos interesa, y lo dejamos en el camino, porque los obstáculos y las adversidades que se presentan, son demasiadas.
¿ Y en la industria del cine local las mujeres van teniendo más espacio?
Estamos creciendo, estamos luchando también, desde NUNA (Asociación de Directoras de Cine del Perú). Habíamos visto estadísticamente que en la etapa de desarrollo se presentaban muchos proyectos de mujeres, pero que luego cuando ya venía la otra etapa que es la producción ya no postulaban las mujeres, entonces era algo raro. Esa fue una de las cosas también que también nos impulsó a crear NUNA, y varias de las que somos socias, somos también docentes universitarias en las facultades de Comunicaciones en las diferentes universidades de la capital, y desde allí también estamos impulsando a nuestras alumnas que vemos con esas posibilidades a que puedan contarnos sus historias.
¿Por qué tendríamos que ir a los cines a ver Islandia?
Porque la van a pasar estupendamente bien, es una película que tiene todos los ingredientes para disfrutar en familia, es una película apta para todo público, que nos habla sobre un tema importante, y que puede ser como espinoso, y molesto porque estamos cuestionando la inacción de las autoridades referente a la problemática de la educación rural. Hay momentos de risa, momentos de tensión, momentos de romance, pero también van a salir también pensando, reflexionando, sobre la labor del maestro y la maestra, y también quizás recordando a alguna maestra o maestro que le haya impactado en su vida.