Después de tres años en Florida, Estados Unidos, adonde viajó tras la persecución mediática que sufrió por su relación con la exconductora de Polizontes Érika Beleván, el cantautor y productor musical Jaime Cuadra está de regreso. Raza, un disco donde fusiona sonidos andinos con electrónicos, pop y funk, es su nueva producción musical. “El disco habla de la cultura, de la fuerza, de lo cholo, de lo aguerrido, de que debemos estar orgullosos de lo nuestro”, sostiene.
¿Cómo nace Raza? Quería salir con un producto que nos identifique como peruanos, con un sonido contemporáneo, no tradicional. Salió de mi investigación en las giras de Cholo Soy. Me pregunté: “¿Qué sonido identifica al Perú?”. La respuesta fue: “Los sonidos andinos”. Perú está identificado con las quenas y zampoñas. También he estudiado el sonido del pop funk electrónico, lo que hace Daft Punk y Maroon 5. Hice la mezcla de los sonidos andinos con estos géneros. El resultado es un sonido andino que en vez de ser melancólico, profundo, místico, es más alegre, poderoso, enérgico, para que cuando participemos en los festivales de world music nos coloquen cerrando los espectáculos.
¿A qué desafíos te enfrentas con Raza? Pararle el macho a las grandes bandas. He estudiado bastante a los grupos de fusión que afuera están rompiéndola. Tomé en cuenta el beat (latido), que tenga honda y mueva a la gente. El reto acá es entrar a ese circuito, hay peruanos que ya están en la world music, como Susana Vaca, Dengue Dengue y Novalima.
Es la primera vez que colocas 9 composiciones en un disco... Toda mi vida he compuesto, pero el estilo me llevó a ser un especialista en remakes, tanto en la saga de Cholo Soy como la de Latino. Este disco tenía que ser totalmente diferente. Muchos me dicen: “Te reinventas”. No me reinvento, soy como un escritor que hace diferentes novelas. Mis productos siguen vigentes, pero son diferentes. Acá estoy un poco más atrás, es un grupo de 10 enmascarados, los Ukukos Brothers, que presentan una puesta escénica.
¿Por qué te alejaste varios años del Perú? Tienes que lavar tu cabeza, renovar tus ideas, escuchar otras cosas; si no, te vuelves a repetir un poco. Cuando estaba cantando en los 90, me cansó un poco las giras, me retiré. Igual con Latino. Después del rollo mediático en que me metí en el año 2009, 2010 (por su relación con Érika Beleván), donde me dieron duro con lo mediático... Yo no estaba acostumbrado a estar ahí, a eso, jamás me había pasado. Ese fue uno de los motivos por lo cual me alejé de la farándula.
¿Qué sentías cuando salías en las portadas en Magaly teve? Me agarró un año (risas). En un principio es como divertido, no me molestaba, pero (luego) te saca totalmente de tu línea. En mi caso, soy productor musical, no soy actor ni animador de eventos. Tienes que estar concentrado en tu música. Eso te absorbe bastante, no te da tranquilidad. Estás como observado por todo el mundo. Dejas de crear, estás absorbido y distraído por esta atención mediática.
¿Eso te obligó a alejarte de la música? No de la música, sí a alejarme de Perú. Me fui a vivir a Estados Unidos un año para calmar las aguas. No se necesita una cosa así para un músico de mi estilo, tal vez otro estilo de músico sí lo necesita. Y a mí todavía me decían que yo me promocionaba con eso. ¡Para nada! Si fuera así, lo seguía haciendo. Ahora, cero de mi vida privada. Máximo me van a ver con mis hijas por ahí.
¿Cómo ves el panorama musical en el Perú? Hace dos años tengo un programa, Fusionados, en Radio San Borja. Antes me quejaba de que los cantantes no sonaban en las radios, ahora los pongo en mi programa. No me molestan los realities de música. Fíjate la cantidad de años que (Yo soy o La Voz) están al aire y la cantidad de artistas que pasan por ahí. Ahí ves que no hay inversión privada, por eso es que no somos potencia en el mundo de la música. Son contaditos los que están afuera. Colombia, Argentina, México y Brasil son potencia; Perú cero. Primero, porque hay desunión entre los músicos; segundo, no hay industria que los apoye.
¿Por qué hay esa desunión? En los 70 no había, eso nace en los 80. Siempre el raje, la envidia. Cada uno tira para su lado. Es tan difícil sobrevivir con la música, hay una competencia interna. Es como un equipo de fútbol que se está quitando la pelota entre sus mismos jugadores. Hay tanta gente que ha salido al extranjero, pero no ayuda. Hay que cambiar la mentalidad de los nuevos chicos para que eso no pase en el futuro.