Este año cumple 70, tan bien puestos que los presume sin modestia. Por eso, cuando se lo recuerdan, Manuel Donayre sonríe coqueto, cual niño travieso, como recordando una de esas palomilladas que lo hicieron debutar a los cinco años bajo la carpa de un circo en su San Luis de Cañete. “Secreto”, el vals de Amparo Baluarte y Francisco Reyes Pinglo, un canto de amor en silencio, ayudó a un niño que no sabía de romances a que saliera airoso en una suerte de debut improvisado que marcaría su estreno en los escenarios y en la música criolla.
“Mi padre había prometido estar en mi cumpleaños, pero no llegó, él era chofer de ruta y se le retrasó todo. Como estaba triste por su ausencia, mi amigo José Manuel, hijo del dueño del circo mexicano que estaba en San Luis, me invitó a una función para que se me pase la pena. Pero nunca imaginé que en lugar de disfrutar del espectáculo me presentaría cual atracción para que cantara un tema en medio de la pista. ‘Hoy cumple años mi hermano de corazón y quiero que ustedes lo escuchen y luego lo aplaudan’, dijo el muchacho”. Donayre en medio de todo, mirando la carpa, el público en silencio, oído a la música... “En esta tarde triste yo te espero, tú vendrás hacia mí con tu ternura; yo te diré lo mucho que te quiero oprimiendo tus manos con dulzura”. Los aplausos llegaron para quedarse.
Y allí empezó todo... Y no solo debuté en la música con “Secreto”, sino que, además, como los músicos estaban acostumbrados a otro tipo de ritmo y no a los valses, yo tenía que alargar la letras para no irme de ritmo. Sin querer se estaba gestando el estilo Manuel Donayre.
Tu familia fue muy musical y tu mayor influencia...
Mi tía Mercedes Tralaviña era primera voz de Cumanana (grupo formado por Nicomedes y Victoria Santa Cruz), mi hermana Adela era bailarina y corista del grupo también. Mi tía Lucía Ruiz tocaba piano, ellas fueron mi referentes.
¿Pero no hubo una voz popular que te motivara a seguir en la carrera?
Donayre ya en Lima debuta profesionalmente a los 12 años, en el Teatro Segura, uno de sus primeros escenarios. Radios, centros musicales, peñas, giras, el éxito que empieza a conocer lo transforma en el “Diamante Negro”, una voz que por mérito propio logró su espacio y reconocimiento.
¿Es verdad que lanzaste en un mismo año tres long plays, cuando lo usual para un grupo o artista siempre fue solo uno?
Fue en la maravillosa época en la que existía la disquera Sono Radio. No me dejaban lanzar sencillos, de frente querían discos de larga duración. Me acuerdo que el 15 de julio de 1980 sacamos Noches criollas, luego en octubre salió Con sabor y Donayre y el 15 de diciembre del mismo año, Noche tras noche.
Manuel, no seas modesto, ese récord era porque vendías como ninguno...
Yo solo hacía mi trabajo, lo que querían los productores, yo lo aceptaba porque ellos sabían lo que hacían. A mí me tocaba cantar y me esforzaba para no defraudar.
Más fama, aplausos, reconocimiento hasta que el llamado “Diamante Negro” se deja llevar por el destino y el desarraigo. Un día, alista maletas y enrumba a Estados Unidos para una gira sin retorno. Más de dos décadas fuera del país, extrañando día a día su tierra, le causaron además de nostalgia, el terror de haber sido olvidado.
Pero cuando regresaste por todo lo alto no solo no te habían olvidado, tenías nuevo público...
Lo que sucedió es que la gente que me seguía luego hacía escuchar mis temas a sus hijos y así se fue manteniendo mi vigencia. Yo me sorprendí de todo este fenómeno.
Tú sabes que el éxito muchas veces despierta envidia y enfrentamientos. ¿Sentiste todo esto?
No envidio a nadie y si alguna vez he sentido ese sentimiento de parte de otros, siempre he preferido alejarme de esas personas. No estoy para esas cosas.
Sin falsa modestia, ¿cómo está tu ego?
A mí el lugar que tengo me lo ha dado mi carrera, y el trato en cada actuación los empresarios, no pido más que lo justo.
Lo justo, Manuel, es que a estas alturas ya nos debes regalar un libro contando tu historia...
Ojalá se dé eso, hay algunas cosas escritas que pueden ser el inicio. Todo depende del tiempo y las ganas, y estas hay muchas.
Perfil Manuel Donayre
Cantante. Nació el 24 de noviembre en la ciudad de San Luis de Cañete. Es llamado por su estilo e influencia como el “Diamante Negro” de la música criolla.