Las pérdidas en la vida son inevitables, y una de ellas marcó para siempre a Oriana Cicconi Dammert, actriz, comunicadora y hoy flamante tanatóloga. La hija de la gran Claudia Dammert, que presenta del 15 al 24 de marzo, en el Teatro Julieta, “Vida después de la muerte (un show para morirse de risa)”, nos cuenta cómo se inspiró para este unipersonal que toca fibras sensibles, pero con humor. “Todo nace a raíz del fallecimiento de mi mamá Claudia Dammert. Ella siempre me hablaba de que la muerte no existe, que nos transformamos en energía, aunque yo entendía muy bien lo que decía, igual cuando te pasa piensas diferente. A raíz de su fallecimiento empecé a sentir más señales de ella, sentía que se comunicaba conmigo, y me pareció todo un mundo fascinante”, cuenta Cicconi.
Un tema que merece ser tomado en serio.
Claro, y yo empecé a investigar más sobre la vida después de la muerte, hablé con muchos maestros, con muchas personas que cuentan sus testimonios, me encontré con libros que hablan sobre esos temas. Empecé a estudiar tanatología desde España, y después de un año, me gradué online. En realidad, tuve ese sueño de hacer este show desde que recibo las señales de mi mamá, pero no tenía un sustento. Luego de graduarme, combiné la comedia con todo el proceso de duelo que viví, con lo que aprendí y con la actuación.
¿Afrontar en un espectáculo las pérdidas con humor, es una buena terapia?
Exacto. Yo creo que el humor cura, la risa cura. Yo decidí apelar al humor porque este es un show que ayudará también a las personas que se encuentran en un proceso de duelo, para las personas que quieren saber sobre este tema, de la vida después de la muerte.
¿Hay niveles de dolor tras una pérdida, hay unos más fuertes que otros?
No, no es que haya un grado de dolor más importante o fuerte que otro. El dolor después de la muerte va a estar ahí, es personal, e inevitable. Lo que no está bien es agregarle a ese dolor sufrimiento, o sea cuando la personas piensan todo el día en los si hubiera o sienten que ha sido su culpa el fallecimiento de su ser querido, o que lo pudo salvar. Cargar esa mochila, ese sufrimiento, eso no está bien.
¿Y qué hay que hacer? El duelo no se cura, el duelo se integra a la vida, el amor no es que se acabó, no, es el comienzo de un nuevo viaje, la otra persona sale de ese cuerpo y se va a seguir evolucionando, y nosotros nos quedamos aquí. La idea es que también sigamos evolucionando hacia el amor, pero si seguimos en el sufrimiento por el fallecimiento de este ser querido es una energía que al final nos traba a nosotros y también a ellos.
En el espectáculo, ¿tratas todos estos temas?
Sí, claro, cuento mis experiencias y las uno con la formación que tengo. También doy herramientas a las personas que están atravesando por un duelo. El objetivo del show es dar luz, esperanza, información y amor.
Humor y duelo, mucha gente piensa que si te ven reír estás faltando el respeto a la memoria del que se fue.
Como no nos han enseñado sobre esto, creemos que disfrutar la vida es faltarle el respeto a la persona que se ha ido, porque la otra persona que se ha ido está en un lugar donde hay luz, donde hay amor, donde está aprendiendo. Lo que esa alma desea para los que se quedaron es que también lo disfruten, si era la pareja, que también se vuelva a enamorar, que no deje de viajar, que no deje de reír, que no deje de bailar, de soñar. Lo que tenemos que tener bien claro es que mientras más luz sintamos acá, más luz van a sentir ellos.
Tampoco está mal recordar con una lágrima al que murió. Mi mamá va a cumplir siete años e igual se me salen las lágrimas porque la echo de menos, extraño llamarla, pasarla a ver, que vea a mis hijas.
Tu mamá, como las personas que uno ha querido, están siempre cerca a uno, no se van...
No es que no se despeguen, pero de vez en cuando te vienen a visitar, están ahí aprendiendo y también dependiendo de cómo es tu nivel espiritual para ser guía de otras almas .Obviamente estamos conectadas y si ella siente algo, viene a verme está conmigo en situaciones que tú dices tengo ángeles que me protegen. Es bien bonito.
Definitivamente, en tu unipersonal, Claudia Dammert estará presente. Yo le agarro la mano siempre antes de salir, me imagino que está a mi lado y le digo, vamos juntas. Nosotras siempre soñamos con hacer una obra de teatro juntas, estaban escribiendo una para estrenarla, pero al final, yo me iba, mochileaba, volvía, y no estaba en Lima muchos meses. Como son las cosas, al final, la obra que quería hacer con mi mamá la presentaré ahora, es como un sueño cumplido porque estamos haciendo esto juntas, yo lo siento así.