Inacabable, vigente, lúcido, adjetivos para mencionar a Raphael, son inagotables; nosotros le agregamos uno que lo deja pensando unos segundos: leyenda. “¿Yo, leyenda? Esas cosas no tienen contestación, por lo menos yo no tengo una explicación que darte, todo esto depende del público y de la prensa también, ellos te ubican en el sitio que quieren. Uno no decide ser una leyenda, el público es el que manda”, dice el mítico cantante español que ofrecerá un concierto en el Circulo Militar del Perú, el próximo 5 de marzo y conversó con Correo desde su casa en Madrid.
Hay que trabajar mucho para que ese público te dé su anuencia, ese respaldo a 61 años de carrera. No es fácil.
No, fácil no lo es, a mí sí me ha sido fácil en el sentido de que me llegó pronto todo esto, pero lo he tenido que trabajar muchísimo, me he tenido que cuidar muchísimo; de esa forma puedes llegar a los años que yo tengo ahora mismo y en plenas facultades y teniendo la voz que has tenido toda tu vida. Hay que decir no a muchas cosas.
¿Cuáles, por ejemplo?
No ir de vacaciones al desierto, no ser un aventurero, no se puede, no se puede hacer, hay cosas que hay que sacrificarlas, y yo las sacrifico gustoso porque lo que quiero es estar bien.
Para estar bien en la escena musical y vigente hay que reinventarse. En su anterior disco por sus 60 de carrera cantó a dúo con gente joven y se rodeó de productores jóvenes también. Claro, porque soy muy curioso, me gusta todo lo que sale, quiero verlo, quiero oírlo, después digo me gusta o no me gusta, mejor dicho no digo nada porque soy bien educado. Hay que conocer todo lo que sale porque es lo que te hace estar así, vigente siempre y que no se te olvide nunca cómo eres tú. O sea, no trates, de que porque tal artista tenga éxito en ese momento, tratar de cruzar ese camino para irte al lado de él, no.
En los últimos años hemos visto muchos de tus colegas que se ha montado a la tendencia.
Ves mucha gente, pero esa gente dura muy poco. Raphael tiene que estar en Raphael, siempre, pero naturalmente siempre estando súper moderno y siempre en el lugar. Pero siempre Raphael tiene que representar a Raphael porque es lo que la gente quiere. La gente que va a verme a mí no quiere ver a otro en ese momento.
Cuando uno escucha “Que sabe nadie”, “En carne viva”, “Como yo te amo”, cantada por jóvenes en los realitys de competencia de canto actuales, allí se comprueba la vigencia, ellos no eligen los temas que están de moda. Bueno, claro, sabes lo que pasa, que esas canciones son mejores, inteligentes, hay artistas que son de ahora, que sus canciones pues no dicen nada, y cuando tienen que dar la cara de verdad en algún sitio, en algún lugar, en un concierto, buscan una canción de antes aunque sea de otra persona, de otro artista, porque son buenas canciones.
Y uno se pregunta las que hoy están de moda, ¿serán vigentes de acá a 30 años? Eso no lo sabemos, no podemos decir nada porque el público dirá. El público es el que manda y yo solamente conservo mi sitio, yo con eso tengo bastante.
Usted le ha cantado a muchos compositores, pero hay uno que ha marcado gran parte de su carrera, Manuel Alejandro. ¿No hay posibilidad de grabar nuevos temas de él?
Lo hemos intentado varias veces, pero ya esta forma de escribir, no se hace. Todo lo que ha producido Manuel Alejandro, sea para mí o para otros artistas, lo canto yo también. Manuel Alejandro hace ya tiempo que no escribe, ese es el problema, pero si él escribiera, sería maravilloso.
Un concierto de Raphael dura tres horas, a los 80 esa vitalidad es inagotable. Esa capacidad me lo dio Dios, no es nada forzado. Yo soy así, siempre lo he sido y siempre lo voy a ser. He conservado mi voz bien, he tenido mucha suerte también, lo que si te digo, es que no me voy a retirar nunca, jamás. Naturalmente yo entiendo que un día me tendré que marchar a mi casa, pero yo no pronunciaré la palabra retiro, porque yo moriré artista. No me voy a retirar de nada, me retirarán, pero yo no podría, no tengo fuerzas para eso.
Serrat y Perales tuvieron su gira del adiós y se les vio muy bien en el escenario, finalmente el retiro es una decisión personal.
Cada uno decide lo que le importa, la situación en la vida, y su familia, y todas esas cosas, naturalmente cada uno elige su forma de empezar y su forma de terminar. Yo ya me adelanto para que no me lo pregunten. Yo no voy a retirarme jamás. señores. Me tendré que ir, pero será porque me ponga mal. Pero yo no me iré. No. No lo concibo. No tengo la valentía de irme, porque es un acto de valor tremendo. Ni puedo hacer una gira de despedida porque estaría llorando todo el día.