Los “duros de la salsa”, Richie Ray (69) y Bobby Cruz (76), volvieron al Perú para celebrar sus 50 años de carrera artística y, en diálogo con Correo, los intérpretes de Sonido Bestial y Agúzate, nos hablan, entre otros temas, sobre la crisis en la salsa y sus años de gloria.
Con 50 años de carrera artística, ¿cuál es el consejo para los nuevos talentos?
Richie Ray: Les aclaramos que cuando tienen éxito vienen cositas buenas: dinerito, carrito, amiguitas; buenas bendiciones. Muchas veces una persona joven tiene un éxito grande, se siente como un caballo que te va llevando, y si no sabes controlarte, puedes terminar en la ruina. Es difícil subir, una vez arriba es mucho más difícil mantenerte y lo más fácil es caer rápido. Nuestro logro no es un accidente, nos hemos esforzado. En la música, para producir un buen producto, tienes que tener una buena cabeza. En 1974 tuvimos una conversión.
¿Qué sucedió?
Bobby Cruz: En el coliseo Roberto Clemente de San Juan de Puerto Rico nos hicimos conocidos como “Los reyes del bogaloo”, “Los reyes de la salsa”. Yo tengo una cara linda para radio (risas), no para películas, pero ya querían hacer películas de nosotros. Y viene un día la cruzada (evangelista) de Nicky Cruz, y Richie -públicamente- se convierte. Se paraliza todo. Richie Ray y Bobby Cruz se metieron a la religión. Eso desbarató todo lo que hicimos en diez años. Yo quería matarlo a él.
¿Por qué te convertiste, Richie?
RR: Yo nací de padres pobres, pero muy trabajadores; me educaron súper bien. En el 74, cuando éramos “Los reyes de la salsa”, yo decía: “¿Por qué no me siento bien?, ¿algo anda mal en mi vida?”. Y empecé una búsqueda y me encontré con el cristianismo.
¿Por qué se habla de una crisis en la salsa?
BC: Hay muchos factores: primero está la tecnología. Hoy día compras un disco y se lo pasas a todo el mundo o se lo mandas por Internet. Nadie compra un disco, las multinacionales colapsaron, no podían pelear con la tecnología y los piratas. Sacaban un disco a 20 dólares y los piratas lo vendían a tres dólares en la calle. Eso destruyó el mercado del disco. Richie acaba de oír que Lady Gaga está vendiendo 20 mil discos, ella vendía 20 millones. Todo ha colapsado, no solo la salsa.
¿Cuáles son las otras causas?
RR: En los medios y en las radios está la idea de que la única salsa buena es la vieja, y lo viejo termina en un asilo. Talento joven con posibilidad no puede dedicarse a hacer salsa porque no hay apertura. Los medios piensan que ellos vienen con la “salsa monga”, la romántica, y dicen: “¡Queremos la salsa de antes!”.
BC: Durante nuestra conversión, la salsa evolucionó en sofisticada, romántica, erótica, sábanas mojadas; a la gente le gustó, pero luego se dio cuenta de que todos se imitaban y le pusieron de nombre la “salsa monga”. Los jóvenes que podrían ser tremendos salseros, están en el reggaeton, en el rap. Ahí sí hay campo, algunos de ellos tienen influencia de salsita.