“Orderique, sí va a salir”, la nueva entrega televisiva dominical de Juan Carlos Orderique para América, reafirma en el comunicador su apuesta por un estilo fresco y desenfadado de acercarse al mundo del fútbol; original propuesta que nunca imaginó que le daría grandes satisfacciones en su carrera. “Te digo sinceramente, siempre fue mi sueño tener un programa propio, lo pensaba, pero lo veía tan inalcanzable, he tenido momentos muy complicados respecto al tema de chamba, las oportunidades son escasas, y además, la tele busca ciertos estereotipos en los que deben conducir un programa. Sí, lo soñé y bueno, se hizo realidad. Se cumplió gracias a Dios”, dice Orderique.
No solo fuiste en busca de la oportunidad en la televisión, además propusiste un estilo propio. Mi intención de verdad era hacer algo diferente. Cuando comencé con La Previa, yo dije, por qué no meterle un poquito de risas, de entretenimiento al fútbol que está tan complicado con el tema de las barras. Busqué bajarle un poco la intensidad, que en ese tiempo era todo insulto a las cámaras, pero poco a poco ya la gente venía para contar chistes, venía para reír, para hacer el apanado, para que sus saludos no salgan.
Al inicio me imagino hubo temor por la reacción de las barras...
Claro, en algún momento me han quitado los lentes, en algún momento me ha caído un lapo en la cabeza, me han querido amenazar con eso de eres de Alianza, eres de la “U”, de Cristal, cuando iba de un estadio al otro. Le cambiamos el chip un poquito a la gente con respecto al entretenimiento en los momentos previos al partido.
Tienes el orgullo de haber creado algo propio, que se convirtió luego en un formato que otros siguen.
Se pensó mucho, lo fui craneando poquito a poquito con la producción, y finalmente se concretó y se dio, ahí cambió toda mi vida, obviamente con el saludo que no va a salir. Yo estaba súper aguja, ya me agarraba grande el tema. Yo había salido de Yola, trabajaba como profesor de teatro, pero tenía que liderar algo para trabajar en lo que quería, en lo que realmente soñaba.
¿Cómo eliges a los entrevistados, todos tienen que ver con la coyuntura en el fútbol? En algunos casos los coordino con anticipación y en otros, como que vas viendo qué posibilidades hay que conversen contigo, eso pasó con Paolo Guerrero, que estuvo el año pasado y que la sufrí un poco, porque él no estaba muy cómodo en Racing, y después se fue a LDU. Siempre se coordina previamente, pero como de alguna manera he tenido contacto con ellos cuando he hecho prensa deportiva, hay un cierto acercamiento.
¿Todos te reciben de muy buena manera?
Sí, gracias a Dios, es algo que yo de verdad le agradezco a Dios, a mi viejita en el cielo, porque en serio, es algo que al toque aceptan, y tienen buena onda. Acabo de entrevistar a Pizarro y él no es un entrevistado muy fácil, y le saqué risas. Nos encontramos en Munich, en un restaurante peruano, y nos comimos un ceviche. Él sabe que la nota no va por mala onda, sino va por el lado bueno.
Tus entrevistados saben que además del humor y estilo desenfadado, hay respeto.
Yo creo que soy de la televisión antigua, de la guardia vieja, soy un poco más tradicional en lo del respeto a los entrevistados. Incluso te confieso, en algunos programas deportivos en redes me choca un poco, me golpea, cuando hablan entre ellos con lisuras, está bien, es una forma de comunicar y les va súper bien, pero yo evito esos excesos.
Y los lentes ¿Es algo que se quedó por una cuestión de estilo? La gente piensa que tengo algún problema en la vista. Justo una niña me dijo en un restaurante ¿Por qué no te sacas los lentes? Yo veía mucho el programa “CQC”, el formato argentino, sus conductores usaban corbata negra, camisa blanca con saco y lentes oscuros. Yo me puse los lentes un día y empezó a funcionar el tema, sin imaginar que se convertiría en una característica.
¿El “no va a salir” salió así también de una situación que no calculaste?
Sí, de una situación muy espontánea que todo el mundo quiere saludar a su familia por televisión, pues. Yo estaba en un partido en San Francisco, que jugaba la selección con México, un amistoso, y toda la gente quería mandar sus saludos a sus familiares en Perú. Y yo les decía, papito escúchame, la parte que hemos conversado divertido, el chiste, todo eso sale, pero tu saludo no va a salir, pero era la verdad. Realmente no salían los saludos. Y yo empecé a meterle un poquito tu saludo no va a salir y la gente explotaba de risa, sin pensar que se convertiría en el sello del personaje que yo tomé y me trajo suerte.