El tiempo pasa inexorable, trae risas y llanto, éxitos y fracasos, y de todo ello se ha nutrido William Luna para celebrar sus 37 años en la música, este sábado 12 en el Teatro Canout, escenario en el que hará un recorrido de sus mejores hits, sobre todo reafirmará que siempre eligió el camino correcto. “Son 37 años, honestamente, siento que ha pasado el tiempo y no me he dado cuenta. Mis hijos también han crecido, y este 12 de octubre, real, sin complicarme las cosas, cumplo 37 años de vida musical”, nos dice emocionado el cantautor cusqueño.
Y aunque siempre se dice que en el Perú no se puede vivir de la música, tú demuestras lo contrario.
Si yo no hubiera sido músico, no habría tenido mi casa, y las cosas más necesarias que exige una familia. Tengo cuatro hijos, y les he dado todo, sigo ayudando económicamente a los menores, e insisto, yo vivo de la música, sigo teniendo presentaciones, me siguen contratando teniendo 57 años de vida y 30 de carrera.
Para mantener esa vigencia, pareciera que aunque haya talento, a los artistas no se les permite cometer ningún error.
Yo pienso que no hay ningún ser humano que no haya cometido errores, y uno de los que cometí fue que me expuse en las redes sociales con un video inapropiado, y por eso perdí muchas cosas, como la credibilidad de empresas muy sólidas que me apoyaban en ese entonces. Pero ni así me pudieron tumbar, muchos que decían ser mis amigos, a la vez me sentenciaban que había matado mi carrera.
Hasta de las malas experiencias se sacan enseñanzas positivas. El mostrarme desnudo en la red, generó que la gente me faltara el respeto, ahí entendí que vivimos en una sociedad que no perdona a nadie. Pero al cabo del tiempo, he descubierto que sigo teniendo seguidores.
Y ya que hablamos de redes, sientes que gracias a ellas la popularidad se consigue rápido.
Sí, ahora los muchachos son famosos porque logran ser seguidos por miles y millones de personas y se hacen llamar influencers. Yo trato de entender esa realidad, que nos exige otro tipo de competencia a los verdaderos artistas.
Esa inmediatez de “fama” que dan las redes provoca que los artistas jóvenes lo quieran todo rápido, lo que a ustedes les ha costado años.
Nos ha costado y seguimos trabajando para mantenernos. Por ejemplo, para mi espectáculo de este sábado, estoy haciendo más canciones, y creo que hasta el último día de mi vida voy a seguir haciendo música. Me siento agradecido, bendecido por Dios, porque me siguen tomando en cuenta.
Eres de los artistas que se exigen y suben temas a las plataformas para lograr exposición.
Ahora con las plataformas, puedes subir muchas canciones, pero ojo, no todas van a ser éxitos, no hay que ilusionarse con eso. Yo me he dado el gusto de grabar valses, baladas, boleros, pero lo mío siempre será la música andina y lo hago con todo corazón porque me lleva por todos lados del mundo, y le agradezco a Dios.
Has grabado una salsa, no eres un cantautor que se le corre a los géneros. Con el fenómeno de las plataformas tenemos la posibilidad de que nos escuchen en cualquier parte del mundo. Por eso, quiero en mi próxima producción incluir una salsa para que la escuchen y se diviertan.
Estás en todo tu derecho de grabar lo que desees, tú empezaste cantando remas de Los Bee Gees.
Así es, no es ajeno a mí, porque crecí en Cusco, una ciudad cosmopolita, y aprendí de tantos extranjeros que venían a la ciudad. Desde muy joven ya sabía diferenciar lo que era el bossa nova y el jazz, y sobre todo cantar en inglés. Para mí, la música siempre tendrá un lenguaje universal.