Hay cortes de carnes que aseguran el éxito en la cocina y que permiten tener una porción tierna y jugosa en el plato; sin embargo, no siempre son los más económicos o los que tenemos a disposición en la nevera. Es aquí donde entra la duda si el alimento quedará lo suficientemente blando tras cocinarse. Los trucos caseros son la gran solución a este problema. Con ellos lograrás que la preparación no sea difícil de cortar y masticar.
1. Golpear la carne con un mazo
Este es, quizá, el método más empleado en todo el mundo. El objetivo de cada golpe es hacer que la carne quede plana y romper las fibras que forman los distintos tejidos. Esto permitirá que sea masticada por todos los integrantes de la familia. Si no se tiene un mazo o ablandador, puedes envolver el pedazo en papel film y golpearlo con el fondo de un sartén o rodillo.
Si el filete es muy grueso, además de darle un buen golpe se pueden hacer unas incisiones en la superficie para hacer que el calor penetre en el interior con rapidez, se cocine antes y quede más tierno.
2. Ablandar con salmueras
La sal relaja las proteínas de la carne y hace que se ponga más suave. Debes cubrir la porción por ambos lados con sal gruesa y dejarla reposar entre 30 minutos y una hora. Luego enjuaga bien y sécala antes de ponerla en la olla o sartén.
Aquí es importante considerar que poner sal en el comienzo de la cocción secará los jugos de la carne y la endurecerá. Lo ideal es en los últimos segundos de cocción o cuando vayas a servirla.
3. Marinar la carne
Los cocineros recurren a los ingredientes ácidos para hacer que quede más tierna y jugosa, pues estos cocinan parcialmente el producto. Además, mejoran el sabor.
Se emplea un ácido (vinagre, cerveza, jugo de limón, naranja), sal, aceite, condimentos o hierbas aromáticas (ajo, comino, jengibre, cilantro, entre otros). Las carnes de ternera, cerdo y cordero se pueden marinar de 4 a 12 horas para un mejor resultado. Ten en cuenta que a más dureza, más tiempo de marinado. Escurre la carne antes de cocinar.
Hay quienes también recurren a sumergir la carne en leche durante al menos dos horas.
4. Hervir la carne
Otro truco de cocina es hervirla durante un periodo prolongado para que la pieza quede tierna y jugosa para preparar guisos o estofados.
5. Albardar la carne o empanar
Desde ‘El español’ explican que se trata de una técnica que aporta jugosidad a la carne y evita que se reseque durante la cocción. Consiste en envolver la pieza con lonchas de bacon, panceta o tocino y se cocina con ese envoltorio.
A esto también se suma el empanar usando huevo batido, harina y pan rallado. El empanado hace que quede crujiente la superficie y jugosa la carne interior.