Lo empleamos para lograr que la ropa quede suave, esponjosa, con volumen y perfumada. El suavizante cuida las prendas, conservándolas durante más tiempo bonitas y con los colores intactos. Pero el suavizante de ropa tiene muchas más aplicaciones de las que crees. Hoy repasamos algunos trucos caseros para que saques todo el provecho a este producto de limpieza.
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Usos del suavizante de ropa que no conocías
1. Funciona como repelente del polvo y la suciedad
Los tejidos sintéticos suelen cargarse de electricidad estática, que es a su vez un imán que atrae el polvo, las peluzas y la suciedad. El suavizante de ropa previene la carga eléctrica, haciendo que la ropa se mantenga limpia más tiempo. Solo tendrás que integrar este producto cuando lavas tus prendas.
2. La ropa se seca antes al centrifugar mejor
El uso de suavizante de ropa en el enjuagado final hace que la lavada elimine más agua durante el centrifugado. De esta forma, los tejidos retienen una cantidad menor y se secan antes. Incluso en la secadora el tiempo de secado se puede reducir hasta en 10 minutos.
3. Protege los tejidos y alarga su vida
El suavizante de ropa protege los tejidos de la ropa contra el rozamiento de los tejidos entre sí y con otros objetos, ya que cubre individualmente cada una de las fibras, protegiéndola y alisándola, para que gane flexibilidad. Gracias a esto se alarga su vida y los colores mantienen más tiempo la intensidad.
4. Hace más fácil el planchado
El suavizante de ropa funciona como un “aplanador”, alisando las fibras y reduciendo las arrugas al hacer que las marcas sean menos intensas. Como la ropa está más lisa y es más flexible, se plancha con menos dificultad y en menos tiempo.
5. “Agranda” las prendas de lana encogidas
Coloca las prendas de lana encogidas en agua fría y un litro de suavizante de ropa y déjalas 48 horas. Luego, lávalas sin centrifugar y tiéndelas. Cada 4 horas, ve estirándolas, hasta que recuperen su forma.