Las principales ciudades europeas y de los países amenazados por el terrorismo yihadista reciben el Año Nuevo 2016 con un fuerte dispositivo de seguridad en sus celebraciones populares, que ha dejado sin fuegos artificiales a París y Bruselas o cerrado al público la Plaza Roja de Moscú.
“Está no será una fiesta de Año Nuevo como las otras”, advirtió el ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve, al anunciar una movilización sin precedentes de 60.000 policías y militares en las principales ciudades de Francia, de los que 11.000 estarán en París.
La suspensión de los emblemáticos fuegos artificiales de las inmediaciones de la Torre Eiffel y la reducción a solo 10 minutos de las proyecciones de vídeo en el Arco del Triunfo, así como la limitación de acceso a los Campos Elíseos, responde a una preocupación por reducir riesgos en las concentraciones de gente.
Pero también es una muestra de sobriedad y austeridad inhabitual en una ciudad que empezó el 2015 con los atentados contra el semanario satírico Charlie Heddo y un supermercado judío, que causaron 17 muertos, y que once meses después, en noviembre pasado, sufría los peores ataques terroristas de su historia, con 130 fallecidos.
En Bruselas, corazón de la Unión Europea, sumida en las últimas semanas en la psicosis por el miedo a atentados, no solo se han anulado los fuegos artificiales, sino todas las festividades planificadas para la celebración de la Nochevieja y la llegada del Año Nuevo en el centro histórico de la ciudad.
En tanto que en la emblemática Plaza Roja de Moscú, el corazón de la ciudad donde es tradición festejar la llegada del Año Nuevo, estará cerrada esta noche al público, mientras 15.000 policías se encargarán de velar por la seguridad de la capital de Rusia, en un dispositivo que no es ajeno al zarpazo yihadista que sufrió el país a finales de octubre en un atentado contra un avión ruso en Egipto, con 224 muertos.
Nueva York desplegará unos 6.000 agentes en Times Square, un operativo más grande que nunca y que, según el jefe de antiterrorismo de Policía de la ciudad, James Waters, hace de la misma “el lugar más seguro del mundo” este Año Nuevo.
Sin una amenaza concreta, pero presas del temor que recorre Europa, Roma, Lisboa y Viena, donde mañana se celebra el famoso Concierto de Año Nuevo, también han reforzado sus dispositivos de seguridad con la esperanza de recibir 2016 en paz.