Organizaciones sociales de izquierda instalaron el miércoles carpas en la Plaza de Mayo a la espera de ser recibidos por el ministro de Economía, Sergio Massa, para exigir medidas y ayudas ante los duros efectos de la desbordada inflación en Argentina.
La protesta comenzó con una marcha en columnas por las principales avenidas del centro de Buenos Aires, en la que miles de manifestantes avanzaron hasta concentrarse en la tradicional Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia, y el ministerio de Economía.
Entre sus reclamos, las organizaciones sociales piden que el salario mínimo se eleve de los 45.540 pesos actuales (325 dólares al tipo de cambio oficial) a 105.000 pesos (744 dólares), el valor de una canasta básica para una familia tipo de cuatro integrantes y estimado para superar el umbral de pobreza.
Además solicitan un “bono o refuerzo de ingreso de 20.000 pesos (143 dólares) para jubilados, monotributistas, trabajadores precarizados y beneficiarios del programa Potenciar Trabajo”, según un comunicado.
“El ministro (Massa) le ha hablado a los mercados, a los sectores de poder pero no ha tenido respuesta a los sectores populares de cómo paliar un proceso inflacionario que no se detiene”, advirtió Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero.
En una serie de tuits la noche del miércoles, Massa anunció que el aumento previsto para las jubilaciones será de 15,53% en septiembre, lo que se aplicará también en la asignación universal por hijo y por embarazo, dos de los numerosos subsidios y ayudas que otorga el Estado.
Además el gobierno pagará un refuerzo de entre 7.000 (50 dólares) y 4.000 pesos (28,5 dólares) durante tres meses para los que cobren de una a dos jubilaciones mínimas.
Inflación + dólar alto = inestabilidad
La movilización se realiza en vísperas de que el instituto de estadísticas Indec dé a conocer el índice de inflación de julio, que se prevé superará 7% mensual, el más alto del año, al dispararse luego de la intempestiva renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, que impactó en el mercado cambiario con fuerte aumento de la cotización del dólar paralelo y financiero.
El alza del costo de vida acumuló en el primer semestre 36,2% y analistas del mercado estiman que alcanzará 90% en el año.
“Que el dólar esté tan alto nos genera inseguridad, inestabilidad como el mismo gobierno nos genera inestabilidad económica, en cuanto no saber cuánto va a costar un paquete de arroz de un día para otro. Algo tan sencillo como la leche, el pan, la carne no sabemos cuánto va a estar mañana”, declaró a la AFP Juan Soto, activista de 30 años del Movimiento Libres del Sur-Barrios de Pie.
Manuel Orellana, del Movimiento Socialista de los Trabajadores Teresa Vive, de 31 años, criticó las medidas del gobierno porque “demuestran que en el marco de la crisis social, económica y política que hay en el país, quieren que la fiesta de unos pocos la terminemos pagando los sectores populares y los trabajadores”.
Fuente: AFP