El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido hoy a los representantes de la sociedad civil que sigan presionando a los gobiernos al mismo nivel que lo hicieron antes del Acuerdo de París, porque “si no se actúa ahora, la temperatura del planeta subirá casi 4 grados a finales de siglo”.
Ban hizo este llamamiento durante su intervención en el homenaje que centenares de organizaciones de la sociedad civil (ecologistas, indígenas, sindicatos, empresarios, feministas y ONG humanitarias) le han dedicado en la cumbre del clima de Marrakech (COP22) para agradecerle que haya hecho de la lucha contra el cambio climático una de sus prioridades.
El secretario de la ONU reconoció que cuando asistió a su primera cumbre del clima en Bali (Indonesia) hace nueve años, “no entendía la magnitud e importancia” del calentamiento global, pero que muy pronto se dio cuenta de que era “el principal problema al que se enfrenta la humanidad” e hizo de este asunto “una prioridad en su agenda”.
Ban dijo sentirse orgulloso del legado que deja a través del Acuerdo de París, al que definió como el tratado “más importante adoptado” durante su secretaría y “uno de los más relevantes en la historia de las Naciones Unidas”.
Pero “no hay tregua” les dijo a los varios centenares de representantes que se agolpaban en la sala del homenaje: “Es el momento de trasladar ese acuerdo a la acción y, si no lo hacemos ahora, las consecuencias serán graves”.
Ban, el último en intervenir tras una decena de representantes de la sociedad civil que halagaron su visión en materia climática, bromeó amablemente diciendo que esta era la primera vez que escuchaba tantos piropos de las organizaciones que en los últimos años sólo le habían trasmitido “reclamaciones y exigencias”.
En su despedida dedicó unas palabras a los activistas que ponen sus vidas en riesgo para denunciar injusticias o ilegalidades ambientales, y advirtió a los presentes: “A partir del 1 de enero soy uno de vosotros y trabajaremos juntos para implementar el Acuerdo de París en todos los países”.
Entre los discursos más emotivos de la sociedad civil antes de la intervención de Ban, estuvo el de un adolescente chino que le agradeció en nombre de los jóvenes que estuviera junto a ellos encabezando la gran marcha climática de Nueva York, en septiembre de 2015, para reclamar a los líderes mundiales acciones determinantes frente al calentamiento global.
Un portavoz del mundo económico destacó que Ban Ki-moon haya logrado convencer al mundo financiero y a los inversores de su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático a través del desplazamiento de los flujos financieros hacía energías y tecnologías limpias.
Los ecologistas subrayaron que Ban va a ser “una inspiración para los jóvenes líderes de la sociedad civil”, y que lo más importante que deja es “la convicción y el valor de que hay que seguir trabajando duro para combatir el cambio climático. EFE
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