Un juez de la Corte Suprema de Brasil decidió este martes dar un mes de plazo contado desde el pasado 29 de marzo a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para que decida sobre la importación de dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus (COVID-19), Sputnik V. El plazo estipulado por el juez empezó a contar el 29 de marzo, fecha en la que la Administración de Maranhao solicitó la importación de la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya.
Desde enero pasado, las autoridades rusas y el laboratorio brasileño Unión Química, con el que firmaron un acuerdo de transferencia tecnológica, intentan sin éxito obtener la autorización de Anvisa para el uso del fármaco en el país.
El órgano regulador brasileño sigue sin dar luz verde a la aplicación de la Sputnik V porque, según alega, aún faltan algunos documentos e informes técnicos sobre la seguridad y eficacia del inmunizante, que son necesarios para su aprobación.
En este contexto, el magistrado Ricardo Lewandowski, uno de los 11 jueces que integra el Supremo, atendió un recurso presentado por las autoridades del estado de Maranhao, en el noreste del país, que como otros Gobiernos regionales brasileños ya habían pedido el aval de Anvisa para importar la Sputnik V.
El fallo, de carácter cautelar, determina que si Anvisa no se pronuncia al respecto en un plazo de 30 días, el Gobierno de Maranhao tendrá automáticamente la autorización para importar la fórmula rusa y administrarla entre sus habitantes.
Lewandowski citó en su decisión el “preocupante cuadro sanitario nacional” provocado por la COVID-19, que deja ya en Brasil más de 13,5 millones de infectados y 355.000 muertes, con un promedio en la última semana de más de 3.000 fallecidos diarios asociados a la enfermedad.
En su opinión, la importación de la Sputnik V “será un importante refuerzo a las acciones desarrolladas” en el marco de la campaña de vacunación nacional, que avanza a cuentagotas, pues en tres meses apenas han recibido la primera de las dos dosis un 11% de la población.
La semana pasada, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, conversó telefónicamente con su homólogo ruso, Vladimir Putin, interesado en acelerar la adquisición de dosis de la Sputnik V.
De hecho, el Gobierno brasileño ya firmó el pasado 12 de marzo un preacuerdo para la compra de 10 millones de dosis del fármaco ruso.
En Brasil solo se aplican hasta el momento las vacunas del laboratorio chino Sinovac y la desarrollada en conjunto por la firma anglo-sueca AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
Fuente: EFE