Doscientas mil flores de salvia de color rojo, blanco y azul forman un gigantesco busto del presidente de EEUU Barack Obama en un jardín botánico de Hiroshima, que sirve para conmemorar la histórica visita del mandatario a la ciudad el pasado mes de mayo.
Las flores representan un retrato del líder estadounidense junto a la imagen de una grulla de origami, el idiograma japonés “heiwa” (paz) y la cúpula “Gembaku”, símbolo del bombardeo atómico de la ciudad.
La composición floral de 100 metros de largo por 50 de ancho forma parte del festival de otoño del parque floral Sera Yurien, que se encuentra a 80 kilómetros de Hiroshima (suroeste de Japón).
“Cuando teníamos que elegir el tema de la composición de este año, se anunció que Barack Obama vendría a Hiroshima. Era perfecto porque queríamos que en esta ocasión fuera una figura histórica” explicó hoy a Efe un encargado del jardín.
Unas 3.000 personas han visitado el parque desde que se inauguró el busto floral de Barack Obama, una cifra más baja que en otras ocasiones- en las que se representaron el uniforme del equipo local de béisbol o un paisaje- debido a las fuertes lluvias de este otoño.
Barack Obama se convirtió el pasado 27 de mayo en el primer presidente en funciones de Estados Unidos en visitar la ciudad de Hiroshima, atacada por EEUU con una bomba atómica el 6 de agosto de 1945 que acabó con la vida de unas 140.000 personas, aunque las víctimas por la radiación sumaron muchas más en los años posteriores.
El presidente donó al Museo de la Paz de Hiroshima cuatro grullas de papel, consideradas en Japón un símbolo de paz y reconstrucción, y popularizadas por Sadako Sasaki, una niña que conmovió al mundo en su intento de lograr hacer 1.000 grullas de papel antes de morir consumida por la leucemia en 1955 a causa del bombardeo atómico.