Brasil registró 2.012 muertes por la COVID-19 en las últimas 24 horas y superó los 460.000 fallecidos, en medio de masivas marchas contra el gobierno de Jair Bolsonaro, que se realizaron este sábado en todo el país, pese a las advertencias de la llegada de una posible tercera ola de la pandemia.
De acuerdo con el boletín divulgado hoy por del Ministerio de Salud, el gigante suramericano suma ya 461.057 fallecidos, mientras que el número de contagios subió a los 16.471.600, tras contabilizar 79.670 nuevos casos en la última jornada.
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Brasil, con sus más de 212 millones de habitantes, es el segundo país del mundo con más muertos por la COVID-19, detrás de Estados Unidos, y el tercero en cantidad de contagios, detrás del país norteamericano y la India.
Las cifras divulgadas por el ministerio señalan que en el país se han recuperado completamente 14.869.696 pacientes con COVID-19, lo que supone el 90,3 % del total de infectados. Otros 1.140.847 pacientes se encuentran en acompañamiento médico en hospitales o en sus residencias después de haber dado positivo en las pruebas clínicas.
Convocadas por las centrales sindicales, partidos de izquierda y movimientos sociales, las protestas se efectuaron de manera pacífica en más de 200 ciudades de todo el país, incluidas las 27 capitales, con actos violentos de la Policía registrados solo en Recife, la capital de Pernambuco.
Las marchas arrancaron temprano en ciudades como Brasilia, Río de Janeiro, Belén y Recife. Ya en la tarde, se realizaron manifestaciones en otras ciudades como Curitiba, Manaos y Fortaleza, así como en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, donde tuvo lugar la mayor marcha del país.
Pese a los cuidados de los manifestantes se registraron aglomeraciones, principalmente en las grandes capitales donde las marchas fueron masivas.
Las protestas de este sábado se realizaron en momentos en que al menos 10 de las 27 ciudades capitales brasileñas tienen tasas de ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UTI) superiores al 90 %, según datos oficiales.
En un intento de frenar los contagios, el Gobierno prohibió desde la víspera la entrada de tripulantes que lleguen en embarcaciones procedentes de India, pero también de Inglaterra o Sudáfrica, las otras naciones donde se han desarrollado contagiosas cepas del virus.
Fuente: EFE