La Paz. [EFE]. Los centros comerciales reabrieron este sábado con medidas de bioseguridad en La Paz, tras casi seis meses paralizados por la pandemia de la COVID-19, en otro paso hacia la nueva normalidad para reactivar la economía boliviana.
Numerosas familias y grupos de amigos se volcaron a los principales centros comerciales para hacer compras, quedarse a comer allí o acudir a los cines que funcionan en estos establecimientos, siguiendo las medidas de bioseguridad exigidas como el uso de barbijos o mascarillas.
Los guardias de seguridad controlan la temperatura y rocían desinfectante en las manos y ropa a quienes entran a centros comerciales como Multicine o Las Torres Mall, ambos en la residencial zona paceña de San Jorge.
En los patios de comidas se redujo el número de mesas y se colocaron señalizaciones para que la gente mantenga la distancia mientras espera a ser atendida, además de contar con dispensadores de bolsas para guardar las mascarillas mientras consumen sus alimentos.
La apertura de los centros comerciales se dio por fases, una primera cuando se permitió a los restaurantes hacer envíos a domicilio, explicó a Efe la gerente de Multicine, Annette Nelkenbaum.
Luego se permitió el funcionamiento parcial de los negocios y la posibilidad de que la gente recoja comida de los establecimientos.
En la tercera fase, desde esta jornada se abren todas las instalaciones del centro comercial, incluidos los patios de comidas y las salas de cine, aunque solo al 50 por ciento de su capacidad para evitar aglomeraciones, indicó Nelkenbaum.
Reapertura favorable
La ejecutiva destacó que esta reapertura es “importante” para el establecimiento, sobre todo por sus trabajadores y familias.
“Han sido meses muy duros, de muy pocos ingresos, nosotros damos de comer a muchas familias, entonces la reactivación económica es extremadamente importante para Multicine, pero también para la gente que ha estado encerrada seis meses”, sostuvo.
Distracciones como entrar al cine a ver una película, comer fuera de casa o pasear por el centro comercial son importantes “para todos los paceños”, apuntó.
A diferencia de otras ciudades como Santa Cruz o Cochabamba, La Paz mantuvo por más tiempo las restricciones para el funcionamiento de centros comerciales, patios de comidas o cines, así como las salidas y otras actividades económicas los fines de semana.
Bolivia vive un período de “posconfinamiento” desde este mes, luego de estar más de cinco meses entre cuarentena rígida y flexible, para empezar ahora a reactivar su economía, afectada por las restricciones sanitarias.
Con unos once millones y medio de habitantes, el país acumula 7.550 muertes y 130.051 contagios de COVID-19 desde marzo, cuando se confirmaron los primeros casos de la enfermedad.
Los reportes diarios del Ministerio de Salud desde hace días están lejos de aquellos con más de un centenar de fallecidos y 2.000 contagios confirmados en algunas jornadas de julio y agosto, pero el país se mantiene entre los más afectados del mundo comparado con su población, según estudios como los que publica la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.
El Banco Central de Bolivia y el Gobierno interino del país prevén que la economía boliviana caerá este año un 6,2 por ciento, mientras que el Instituto Nacional de Estadística observa que la caída era ya del 8 por ciento en junio y el desempleo había subido a casi el 12 por ciento en julio, cuando al término de 2019 era del 4,8.