Las farmacéuticas estadounidenses Pfizer y Moderna y el Centro de Investigación Gamaleya (Rusia) ya alcanzaron algunos datos sobre sus avances en las vacunas contra el COVID-19. En la misma línea, la británica AstraZeneca anunció este lunes que su vacuna podría tener una eficacia de alrededor del 90% sin ningún efecto secundario grave.
La expectativa es alta. En tanto, se están desarrollando y probando más de 150 posibles vacunas a nivel mundial, con 48 en pruebas con humanos, que buscan detener la pandemia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La siguiente lista desglosa los candidatos que están en las etapas finales de sus ensayos:
La estadounidense Pfizer Inc y la alemana BioNTech fueron las primeras en solicitar la autorización de uso de emergencia de su vacuna en Estados Unidos, según anunciaron la semana pasada, después de presentar datos notables en su ensayo final. Empezarán los ensayos en diciembre.
Por su parte, la estadounidense Moderna también está llevando a cabo ensayos en la fase final. La vacuna fue 94,5% efectiva en la prevención del COVID-19, alcance basado en datos provisionales. Es así como la farmacéutica tiene previsto solicitar la autorización de uso de emergencia de la vacuna en Estados Unidos en las próximas semanas.
La multinacional estadounidense Johnson & Johnson reanudó sus ensayos después de verse pausados por la enfermedad de un voluntario del estudio. En la empresa, se espera tener los datos necesarios para buscar la autorización de Estados Unidos en febrero.
La británica AstraZeneca Plc, quien opera en más de 100 países, observa que su vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford podría ser eficaz en un promedio de 90% sin ningún efecto secundario serio, al administrarse media dosis seguida de una dosis completa con al menos un mes de diferencia, de acuerdo con los datos del ensayo en una fase avanzada realizado en Reino Unido y Brasil.
Desde julio, la empresa china Sinovac Biotech está desarrollando CoronaVac, que ya pasa por pruebas de última fase en Brasil, Indonesia y Turquía. De un lado, cientos de miles de personas recibieron la vacuna “de emergencia” en China. Por otro lado, Brasil recibió el último jueves el primer lote con 120.000 dosis de la vacuna y el Gobierno espera suministrarla en enero.
El Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya en Rusia dijo que su vacuna Sputnik V tiene una eficacia del 92 % para proteger a más de 10 naciones contra el COVID-19. Sin embargo, el instituto Gamaleya está acusado de romper los protocolos habituales para acelerar el proceso científico. Por su parte, el Gobierno argentino anunció a inicios de mes que el país podrá adquirir 25 millones de la dosis de Sputnik V, que se producirán en India, Corea del Sur, China y otros países, a finales de diciembre y la primera quincena de enero.
La compañía china CanSino Biologics Inc aprobó su uso para pruebas en militares del ejército chino. El ensayo de la fase última se lleva a cabo en Pakistán, mientras que, en México, se hizo entrega de dosis de prueba para inocularse en 10.000 y 15.000 voluntarios mayores de 18 años. Además, tiene acuerdos de suministro de dosis de prueba en hasta 10 países, entre ellos, Chile, Canadá, India, Brasil, Arabia Saudita y Argentina.
Sinopharm, otro laboratorio chino, lanzó por su parte dos proyectos de vacunas con institutos de investigación chinos. China prevé poder producir, antes de fin de año, 610 millones de dosis de varias vacunas, y ya autorizó esta vacuna experimental para uso de emergencia en medio de la tercera fase a Perú, Argentina, Marruecos y Emiratos Árabes.