Un trabajador de 20 años de una gasolinera recibió, el sábado pasado, un disparo mortal en Alemania, después de decirle a un cliente que se cubriera la cara con una mascarilla, según el Departamento de Policía de Trier. El sospechoso es un sujeto de 49 años que fue detenido tras el tiroteo en la localidad de Idar-Oberstein, en Renania-Palatinado.
El cliente ingresó a la gasolinera alrededor de las 7:45 p.m. y tuvo una discusión con el cajero, quien le pidió que se cubriera con mascarilla, dijo la policía en un comunicado de prensa.
El sospechoso salió de la gasolinera pero regresó a las 9:25 p.m., esta vez con el rostro cubierto. Cuando llegó a la caja, según la policía, se quitó la mascarilla y, después de un breve intercambio de palabras, sacó un arma y le disparó al cajero, quien era un estudiante. El sujeto huyó a pie después de abrir fuego, señalaron los agentes.
Usando imágenes de vigilancia, la policía lanzó una búsqueda del sospechoso. Este apareció en la estación de policía de Idar-Oberstein el domingo alrededor de las 8:40 a.m., acompañado de una mujer, donde fue arrestado.
Los investigadores encontraron el arma usada en el homicidio, así como otras armas de fuego y municiones durante un registro en el apartamento del sospechoso. Dijeron que no está claro de dónde sacó las armas.
La policía y los fiscales dijeron en un comunicado de prensa que el sospechoso “actuó con ira por el rechazo” durante su primera visita a la estación de servicio y la solicitud del cajero de cubrirse la cara.
“Dijo en su interrogatorio que rechazó las medidas de protección contra el coronavirus”, señalaron los agentes del orden en un comunicado. Las autoridades no precisaron el nombre del sospechoso ni de la víctima.
El alcalde de Idar-Oberstein, Frank Frühauf, calificó el ataque como un “acto terrible e inconcebible”. “Un crimen de este tipo no tiene precedentes. Llevará tiempo aceptarlo”, indicó la autoridad, según el medio alemán DW News.
Annalena Baerbock, la candidata a canciller del Partido Verde en las elecciones federales del país programadas para el domingo, tuiteó: “Estoy conmovida por este terrible asesinato de un joven que simplemente pidió que se siguieran las reglas existentes”.
El incidente ha suscitado un debate en el país sobre la radicalización de Querdenker, movimiento que protesta contra las medidas tomadas por el gobierno de Alemania sobre el COVID-19. Los seguidores se han vuelto cada vez más desafiantes en redes sociales y se niegan cumplir con las normas de salud pública debido a que promueven teorías conspiracioncitas.
“Estoy muy preocupado por la radicalización del Querdenker. Todos tenemos el desafío de enfrentarnos al odio creciente”, agregó Baerbock.