El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este jueves que Estados Unidos se retirará del acuerdo de París sobre cambio climático, aunque dijo que su gobierno está dispuesto a negociar un nuevo entendimiento relativo al clima, adoptado por casi 200 países en 2015.
“Nos estamos saliendo. Pero vamos a empezar a negociar y veremos si podemos llegar a un acuerdo que sea justo”, declaró Trump en su esperada intervención desde la Rosaleda de la Casa Blanca. Así, el mandatario dejó la puerta abierta a que el país se reintegre en el pacto climático en un futuro o a negociar otro acuerdo “enteramente” nuevo, “mejor” y “más justo” para Estados Unidos.
Con la decisión anunciada hoy, EE.UU. “cesará todas las implementaciones” de sus compromisos climáticos en el marco de París, que incluyen la meta propuesta por el expresidente Barack Obama de reducir para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 % respecto a los niveles de 2005.
“No queremos que nada se interponga en nuestro camino”, subrayó Donald Trump al comienzo de su discurso al destacar la recuperación económica de EE.UU. y situar al Acuerdo de París como un obstáculo para la creación de empleos.
El punto 28 del Acuerdo de París indica que cualquier país que haya ratificado el acuerdo, como es el caso de EE.UU., solamente podrá solicitar su salida del mismo tres años después de su entrada en vigor, esto es, el 4 de noviembre de 2019.
Una vez hecha formalmente esa petición, tiene que pasar otro año para que la salida del acuerdo sea efectiva, por lo que habrá que esperar hasta el 4 de noviembre de 2020, el día siguiente de las próximas elecciones presidenciales en EE.UU.
Las líneas de argumentación divulgadas por la Casa Blanca en coincidencia con el discurso de Donald Trump señalan que el Acuerdo de París es “malo” para los estadounidenses y que, con su acción de hoy, el mandatario cumple con su promesa de campaña de “poner en primer lugar a los trabajadores” del país.
El acuerdo fue “mal negociado” y con “desesperación” por del Gobierno de Obama, “en detrimento” de la economía y el crecimiento de EE.UU. “Estados Unidos ya está liderando el mundo en producción de energía y no necesita un mal acuerdo que dañará a los trabajadores estadounidenses”, según la Casa Blanca.
El pasado fin de semana, mientras participaba en la cumbre de líderes del G7 en la ciudad italiana de Taormina (Sicilia), Donald Trump anticipó a través de su cuenta de Twitter que tomaría su “decisión final” sobre si EE.UU. debe seguir formando parte del Acuerdo de París esta semana.
CRITICA EL TRATADO
Durante su campaña electoral, Donald Trump criticó duramente el Acuerdo climático de París y cuestionó el cambio climático, un fenómeno que llegó a calificar de “invento” de los chinos, y ya como presidente decidió iniciar un proceso para revisar si a EEUU le conviene seguir formando parte del pacto.
Según la Casa Blanca, Donald Trump quería escuchar a sus socios en el G7, el grupo de las siete democracias más industrializadas del mundo, antes de tomar una decisión al respecto.
Pese a la presión ejercida por el presidente francés, Emmanuel Macron, o la canciller alemana, Angela Merkel, la declaración final de la cumbre del G7 reconoció que Estados Unidos “no está en posición de alcanzar un consenso” sobre la lucha contra el cambio climático.
Los miembros del G7, salvo EE.UU., reiteraron en esa declaración su compromiso de implementar “rápidamente” el Acuerdo de París.
El Acuerdo de París se firmó durante el mandato del expresidente estadounidense Barack Obama, quien definió ese pacto como “un punto de inflexión” y la “mejor oportunidad” para salvar al planeta.
La meta propuesta por Obama dentro del marco del Acuerdo de París es que Estados Unidos reduzca para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento respecto a los niveles de 2005.
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