El virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, señaló hoy que es “bueno” que los líderes mundiales estén “inquietos” por sus controvertidos comentarios en política exterior, en respuesta a las recientes declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, en Japón.
“Eso es bueno. Cuando inquietas a alguien, eso es bueno”, dijo Donald Trump en una conferencia de prensa en Bismarck, Dakota del Norte (EE.UU.).
“Muchos de los países del mundo han estado abusando de nosotros absolutamente, aprovechándose de nosotros. Si están inquietos de una manera amigable, eso es una buena cosa, no mala”, agregó.
El controvertido magnate, que se jacta de no haberse plegado a la corrección política ya que proviene del mundo de los negocios, ha sorprendido con propuestas como la creación de un muro en la frontera sur con México para frenar el flujo inmigratorio o la prohibición de la entrada en EE.UU. de los musulmanes.
Asimismo, ha acusado a China de manipular su moneda para ganar competitividad en los mercados internacionales, y prometió dureza contra Pekín de llegar a la Casa Blanca.
“Obama ha hecho un trabajo horrible”, recalcó.
Donald Trump reaccionaba así ante las palabras del presidente Barack Obama, quien en la cumbre del G7 de Japón dijo que el candidato republicano tiene “inquietos” a los líderes mundiales por su actitud “arrogante” o su “ignorancia” en temas globales.
“No saben con qué nivel de seriedad deben tomarse algunos de sus comentarios. Están inquietos con él y por una buena razón, ya que muchas de la propuestas que ha hecho desvelan o bien ignorancia en cuanto a asuntos mundiales o bien una actitud arrogante”, dijo Barack Obama en rueda de prensa.
Precisamente hoy el portal de información política Real Clear Politics aseguró que el magnate neoyorquino logró superar finalmente la cifra de 1.237 delegados necesarios para ser proclamado oficialmente candidato republicano a la Presidencia de EE.UU. en la convención del partido en julio.
Donald Trump suma ya 1.238 delegados, con lo que consolida su victoria en las primarias y evita así una convención republicana disputada, como buscaba una parte del aparato del partido conservador.
De modo que, con toda probabilidad, en las elecciones del 8 de noviembre próximo disputará la Presidencia estadounidense con Hillary Clinton, que cuenta con una amplia ventaja sobre su rival por la candidatura demócrata, Bernie Sanders.