La emanación de gases del volcán Chaparrastique tras la erupción del domingo es ahora la principal preocupación de las autoridades de El Salvador, que volvieron a evacuar a cientos de personas que habían regresado a sus hogares, informaron hoy fuentes oficiales.
Después de la nueva evacuación, que se llevó a cabo anoche, en las últimas horas del año 2013, ahora hay al menos “1.534 personas en nueve albergues”, expresó en rueda de prensa el director de Protección Civil, Jorge Meléndez.
Explicó que se decidió la evacuación porque se detectó “un incremento muy fuerte” de gases, principalmente dióxidos de carbono y de azufre, que podrían haber afectado a la población más cercana al volcán.
Después de superar las 2.200 personas evacuadas el pasado lunes, los que permanecían en albergues habían disminuido el martes “a poco más de 200”, porque “la mayoría había regresado a sus lugares de origen a pesar de las recomendaciones de no hacerlo”, añadió.
Meléndez indicó que, de acuerdo con los análisis de los expertos, “el problema más serio ya (...) es la emanación de gases permanente”, en “un proceso de desgasificación” posterior a la erupción del Chaparrastique.
“Esto es lo que ahora más nos preocupa”, remarcó el funcionario.
El volcán, situado en el departamento oriental de San Miguel, arrojó el domingo una gran nube de ceniza que alcanzó entre cinco y 10 kilómetros de altura y se extendió por varias zonas del país, pero que ya se disipó, según las autoridades.
La erupción no causó muertos, heridos ni daños materiales graves.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales indicó en un comunicado que no se registran nuevas expulsiones de cenizas junto con las emanaciones de gases, que, por ahora, no han afectado aguas superficiales ni provocado otros daños.
Meléndez y el viceministro de Salud, Eduardo Espinoza, advirtieron en la rueda de prensa que los gases podrían ser mortales, pero sólo en grandes concentraciones, aunque no precisaron sus parámetros.
“Si las concentraciones de gases llegan a ser muy grandes podrían llegar a haber incluso víctimas fatales”, aseveró el director de Protección Civil, pero aclaró que “no es que directamente sea fatal” la inhalación de esos elementos en poca cantidad.
El viceministro Espinoza reafirmó que si el gas “se genera en grandes cantidades y permanece estático” una persona “se puede morir” por inhalarlo, aunque “si hay viento y se lo lleva la situación es menos problemática”.