Georgia (Estados Unidos) inició este viernes el recuento manual de todos los votos emitidos en los comicios presidenciales, en vista del estrecho margen del primer conteo entre Donald Trump y Joe Biden, quien tiene 14.000 votos a su favor y que le supondrían los 16 votos electorales de este estado.
El conteo a mano de los cerca de cinco millones de votos y luego de que todos los condados certificarán sus resultados, deberá concluir el miércoles 18 de noviembre a la medianoche, según anunciaron el jueves las autoridades electorales de Georgia.
El recuento se efectuará debido al 0,3 % de ventaja que mantiene Biden sobre Trump, tras escrutarse el 99 % del total de los sufragios.
El proceso arranca hoy con el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en cuarentena voluntaria desde el jueves luego de que su esposa, Tricia, diera positivo a la prueba de coronavirus, según confirmó el subsecretario de Estado, Jordan Fuchs.
Las autoridades estatales dijeron que el recuento manual, el mayor que se ha hecho en el país, será supervisado por observadores de los partidos Republicano y Demócrata, y que cada uno de los 159 condados de Georgia tiene un plan diferente de cómo llevará adelante el proceso.
De hecho, los más poblados, Fulton y DeKalb, donde se asienta el área metropolitana de Atlanta, no empezarán hasta el sábado este reconteo, que las autoridades hace en post de una completa “integridad” del proceso electoral, como han señalado las autoridades estatales.
“La prensa ha caracterizado esto (el conteo manual) erróneamente como ceder ante Trump y su campaña. Eso no puede estar más lejos de la verdad. Incluso antes de que la campaña de Trump hablara sobre la posibilidad de un recuento, sabíamos que había un propósito específico para una auditoría en la ley”, declaró el jueves Gabriel Sterling, funcionario de la Secretaría de Estado a cargo de la implementación del sistema de votación.
El propio secretario de Estado, miembro del Partido Republicano, ha sido blanco de críticas de algunos miembros de su mismo partido, entre ellos los senadores por Georgia Kelly Loeffler y David Perdue, que esta semana exigieron su renuncia tras tener que disputar sus escaños en una segunda vuelta en enero.
“Los votantes de Georgia me contrataron, y los votantes serán los que me despidan”, se defendió Raffensperger.
La elección de enero será clave para definir el control del Senado federal, donde los republicanos controlan por ahora 50 de los 100 escaños, frente a los 48 de los demócratas.
Georgia, junto con Carolina del Norte, donde Trump mantiene ventaja, son los dos únicos estados donde hasta el momento los grandes medios estadounidenses no han proyectado un ganador, como anoche ocurrió en Arizona, que ha ido al bolsón de Biden luego de que varios medios proyectarán el triunfo del demócrata en este estado.
Fuente: EFE