51 muertos ha dejado hasta el momento los enfrentamientos entre las Policía y los partidarios del depuesto presidente islamista Mohamed Morsi, lo que hizo que el día festivo nacional que exalta al Ejército terminara en una situación caótica.
Los enfrentamientos se prolongaron por casi dos horas en varios barrios de la capital, El Cairo. Partidarios de Morsi dispararon perdigones y lanzaron bombas incendiarias contra la Policía, que respondió con balas y gas lacrimógeno.
Un fotógrafo de The Associated Press vio nueve cadáveres en el piso de una clínica del distrito de Doki, donde se registraron algunos de los choques más encarnizados. La mayoría de los cuerpos tenía heridas de bala en la cabeza o el pecho.
La cifra de 51 muertos de hoy fue la más alta en un solo día desde el 14 de agosto, cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en los campamentos de protesta de los partidarios de Morsi, lo que desembocó en la muerte de cientos de personas.
Los enfrentamientos representan un nuevo capítulo en la crisis política que aqueja al país desde febrero de 2011, cuando el dictador Hosni Mubarak fue derrocado.