La principal ruta de abastecimiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI) entre Siria y Turquía quedó cortada después de que las fuerzas kurdas y árabes cercaran completamente la ciudad de Manbij, un duro golpe para los yihadistas.
“La última ruta entre Manbij y la frontera turca fue cortada esta mañana por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)”, una coalición de kurdos y árabes apoyada por Washington, indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una gran red de fuentes en todo el país.
Manbij era el cruce estratégico en la principal ruta de abastecimiento de combatientes, armas y dinero para el EI entre Turquía y Raqa (norte), la capital de facto de los yihadistas en Siria.
El Estado Islámico controla aún una franja de la frontera con Turquía y rutas secundarias, de acceso más difícil y peligroso, según Abdel Rahman.
“Para que los yihadistas lleguen de Raqa a la frontera turca, deben pasar ahora por una ruta más peligrosa para ellos por la proximidad de las tropas del régimen sirio y de los bombardeos rusos”, explicó.
Durante los últimos días, la alianza árabokurda de las FDS, apoyada por los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos, consiguió cortar la ruta que une Manbij con el otro punto de paso de Jarablos, más al norte.
El viernes, también “ocuparon la última carretera que une Manbij con el paso fronterizo de Al Rai, del lado noroeste”, precisó Abdel Rahman.
El cruce entre Manbij y Raqa, más al este, también está cortado.
Miles de habitantes huyeron de Manbij cuando los yihadistas, que echaron a sus familias, se atrincheraron para defender la ciudad, según el OSDH.
ENTRADA DEL PRIMER CONVOY DE AYUDA HUMANITARIA
A principios de esta semana, el comando militar estadounidense para Oriente Medio indicó que la ofensiva de Manbij formaba parte de los esfuerzos dirigidos a “expulsar a Dáesh (acrónimo del EI en árabe) de la frontera turca” y “a limitar la llegada de combatientes extranjeros y a minimizar la amenaza de Dáesh contra Turquía, Europa y Estados Unidos”.
El Estado Islámico se enfrenta desde hace semanas en Siria a las ofensivas de las FDS y a las de las tropas del régimen de Bashar al Asad, respaldadas por la aviación rusa.
Las múltiples ofensivas ilustran la determinación de los rusos y de los estadounidenses, que apoyan a actores diferentes del conflicto, de unir sus esfuerzos en la lucha contra el Estado Islámico, grupo ultrarradical responsable de terribles atrocidades cometidas en Siria y en el vecino Irak, así como de mortíferos atentados en todo el mundo.
Además, un convoy de ayuda humanitaria con comida entró la noche del jueves en Daraya por primera vez desde que el régimen sirio comenzara en 2012 el asedio de esta ciudad rebelde cercana a Damasco, anunció a la AFP Tammam Mehrez, director de operaciones de la Media Luna Roja siria.
“Nueve camiones están actualmente descargando en Daraya. Contienen ayuda alimentaria, alimentos secos y bultos de harina, ayuda no alimentaria, así como ayuda médica”, afirmó, añadiendo que la operación se realizaba en cooperación con la ONU.
El conflicto en Siria, que se desencadenó por la represión contra las manifestaciones que reclamaban reformas en el país en 2011, se ha vuelto cada vez más complejo con la intervención de numerosos actores sirios, regionales e internacionales. Desde hace cinco años la guerra ha dejado ya más 280.000 muertos y millones de desplazados y de refugiados.