El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha decidido volver a utilizar dispositivos para envenenar y asesinar animales salvajes, conocidos también como “bombas de cianuro” por sus detractores, de acuerdo a una publicación del diario The Guardian.
Esta medida fue aprobada por la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) que busca matar coyotes o zorros mediante un artefacto llamado M-44 que se coloca semienterrado en el suelo.
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Cuando uno de esos animales se acerca a olisquear y topa el dispositivo, se libera una cápsula de cianuro de sodio que acaba con la vida de sus víctimas.
Los agentes de Wildlife Services, una agencia federal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, son los que colocan las trampas, y ayudará a granjeros y rancheros que ven su medio de vida amenazado por los animales salvajes.
En 2018, Wildlife Services exterminó 1,5 millones de animales como castores, osos, lobos, patos o búhos. De ellos, apenas 6.500 fueron matados con el método del cianuro.
En los meses anteriores al anuncio de la EPA, los críticos con los M-44 pidieron a la agencia una prohibición a nivel nacional. Sin embargo, la decisión ha sido contraria a estas voces, permitiendo de nuevo el uso de los dispositivos aunque lo haga con nuevas restricciones. Por ejemplo, no se podrá colocar una de estas bombas de cianuro a menos de 30 metros de una carretera o una vía ferroviaria. La decisión, calificada de provisional, se revisará en 2021.