Naciones Unidas. [AFP]. Estados Unidos y China cruzaron duros ataques este martes en el arranque de la Asamblea General de la ONU, ilustrando el riesgo de “una nueva Guerra Fría” entre las dos mayores potencias mundiales en plena pandemia de coronavirus.
A seis semanas de la elección presidencial en la que busca la reelección, y detrás de su rival demócrata Joe Biden en los sondeos, el presidente estadounidense Donald Trump criticó duramente el manejo de la pandemia por parte de Beijing, y se refirió al COVID-19 como “el virus chino”.
“Debemos hacer responsables a las naciones que liberaron esta plaga al mundo, China”, dijo Trump en un discurso virtual y pregrabado en el cual prometió “distribuir una vacuna” y “poner fin a la pandemia” que ha matado a más de 200.000 personas en su país, más que en ningún otra nación del mundo.
El presidente chino, Xi Jinping, aseguró por su parte que su país “no tiene intención de entrar en una Guerra Fría”.
Xi deploró que se “politice” la lucha contra el COVID-19, que ha dejado casi un millón de muertos en el mundo, y sin nombrar a Estados Unidos, pidió no caer “en la trampa de un choque entre civilizaciones”.
Trump, que ha denunciado cómo China silenció inicialmente los primeros casos de coronavirus a fines del año pasado en la ciudad de Wuhan, ha retirado a su país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aseguró es controlada por Beijing.
El embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, acusó a su vez a Trump de diseminar “un virus político” en la Asamblea General.
Trump, un escéptico sobre el cambio climático que abandonó el Acuerdo de París, aseguró que su país tiene “un desempeño excepcional” en materia ambiental, y fustigó “la contaminación endémica de China”, primer emisor mundial de gases de efecto invernadero.
Xi, no obstante, anunció por primera vez la meta de alcanzar la neutralidad en carbono para 2060.
“Gran fractura"
Frente a la pandemia de coronavirus, el mundo debe “hacer todo lo posible para evitar una nueva Guerra Fría”, alertó el jefe de la ONU, Antonio Guterres, al inaugurar la 75ª Asamblea General.
“Estamos avanzando en una dirección muy peligrosa”, advirtió al denunciar la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos en el mundo.
“Nuestro mundo no puede darse el lujo de un futuro donde las dos mayores economías se reparten el planeta en una Gran Fractura”, apuntó.
El presidente Jair Bolsonaro, que padeció el virus, usó su discurso para denunciar que Brasil “es víctima de una de las más brutales campañas de desinformación sobre la Amazonía y el Pantanal (...) con el objetivo de perjudicar al gobierno”.
“Brasil se destaca como el mayor productor mundial de alimentos. Y por eso hay tanto interés en propagar desinformaciones sobre nuestro medio ambiente”, sostuvo.
El mandatario ultraderechista minimizó los incendios que devastan la mayor selva tropical del mundo y la sabana inundada brasileña, afirmó que la mayoría no tiene origen criminal y señaló a indígenas y pequeños agricultores como los responsables.
Científicos y ambientalistas aseguran que la mayoría de los incendios son provocados por madereros y grandes hacendados que buscan utilizar ese terreno para el pastoreo de ganado y para ampliar sus cultivos.
En su discurso Bolsonaro “negó la gravedad de la destrucción ambiental, culpó a ‘pequeños agricultores e indígenas’ y atacó el trabajo de las organizaciones ambientales”, lamentó Camila Asano, de la ONG Conectas Direitos Humanos.
Irán: EE.UU. deberá “ceder”
La tensión entre Estados Unidos e Irán aumenta bajo el gobierno Trump, que en 2018 abandonó el acuerdo nuclear y ha aplicado sanciones unilaterales contra Teherán.
“Cualquier gobierno estadounidense después de las elecciones venideras no tendrá otra opción que ceder ante la resiliencia de la nación iraní”, dijo el presidente de Irán, Hasan Rohani.
Estados Unidos desafió el lunes a la ONU al anunciar sanciones contra Irán y contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, bajo el argumento de que están violando un embargo de armas de la ONU.
Pero casi todos los demás países, incluidos los aliados europeos, afirman que Estados Unidos no tiene la autoridad para imponerlas.
Ningún líder ha viajado a Nueva York para asistir a esta Asamblea inédita, virtual y con discursos pregrabados de líderes de 193 países a raíz del virus que deja ya casi un millón de muertos en el mundo.
El miércoles será el turno de Maduro, acusado de crímenes de lesa humanidad por la ONU, y al margen de la Asamblea, del opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como presidente interino de Venezuela por Washington y otros 50 países.
El presidente colombiano Iván Duque aseguró en su discurso que las elecciones del 6 de diciembre para renovar el parlamento venezolano, boicoteadas por Guaidó y unos 30 partidos de oposición, son una “orquesta prefabricada electoral” para “perpetuar la dictadura”.
“El régimen dictatorial de Maduro se sostiene con los recursos del narcotráfico, alberga terroristas y es una amenaza constante para la democracia en la región y en todo el mundo”, dijo Duque.