Un estudio, dirigido por la universidad de Plymouth y publicado por la Royal Society Open Science, revela que incluso en las partes más profundas y remotas del océano, se puede encontrar la huella contaminante de la actividad humana.
Según este estudio, que reseña el diario El País, en el fondo marino puede encontrarse hasta 4.000 millones de fibras microscópicas de plástico por cada kilómetro cuadrado. Una concentración cuatro veces mayor que en las aguas poco profundas y costeras.
“El estudio aclara lo que podíamos denominar como el misterio de los plásticos en el mar, ya que estudios recientes mostraban que la abundancia de plásticos flotando en la superficie del océano era menor de la esperada. Algo no cuadraba. ¿Dónde estaba todo el plástico que iba a parar a los océanos?”, se pregunta la investigadora Anna Sánchez-Vidal, líder del equipo de expertos del Grupo de Investigación Reconocido de Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona, que ha participado en el estudio.
Los resultados del estudio revelan la gran concentración de plástico en los fondos marinos; se pueden encontrar desde 1,4 hasta 40 muestras (de entre 2 y 3 milímetros de longitud) por cada 50 mililitros de sedimentos. Y en proporción, el rayón, en un 56,9%, es el compuesto más encontrado. El resto: poliéster, poliamidas, acetato y acrílico.
“Las ingentes cantidades de plástico que no se sabía dónde estaban, en realidad se habían desmenuzado en fibras microscópicas que se han ido acumulando, y continúan haciéndolo, en los fondos marinos, desde la Antártida hasta el Ártico, es decir, muy lejos de las áreas de procedencia y, por tanto, a escala planetaria”, explica Sánchez-Vidal.
La basura marina, especialmente el plástico, es un grave problema medioambiental que afecta a los ecosistemas marinos. Según los cálculos de los investigadores que han realizado el estudio, para el que han analizado muestras de sedimentos y corales profundos recogidos en 16 puntos de muestreo en el Mediterráneo, el Atlántico nororiental, el Ártico y el Índico meridional, el área en el que se concentra la mayor cantidad de plásticos, abarca más de 300 millones de kilómetros cuadrados de superficie –el océano Pacífico ocupa 165 millones-. “El descubrimiento de microplásticos en las áreas estudiadas sugiere que su impacto podría ser aún más perjudicial de lo que se piensa sobre el hábitat marino”, apunta Richard Thompson, profesor de la Universidad de Plymouth y coordinador del estudio. Con información de El Pais.