Presionado por la oposición y los entes internacionales, Evo Morales dimitió este domingo a la presidencia de Bolivia denunciando un “golpe de estado” por parte de sus adversarios políticos Carlos Mesa y Fernando Camacho.
Ante la persecución, el líder indígena afirmó que partió a Cochabamba, donde pasó su primera noche luego de su renuncia.
“Así fue mi primera noche después de dejar la presidencia forzado por el golpe de Mesa y Camacho con ayuda de la Policía”, dijo en una publicación en twitter, que iba acompañada de una foto.
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Morales agradeció a “las federaciones del Trópico de Cochabamba”, las cuales albergan a sindicatos cocaleros que lo acogieron y que él no abandonó nunca durante sus 13 años de gobierno en Bolivia.